El cuero se ha convertido en toda una tendencia decorativa. Aporta un toque clásico y elegante a cualquier estancia y, además, es un material muy versátil que encaja prácticamente con todos los estilos. Lo más habitual es encontrarlo como parte de la tapicería de sillones, butacas, sofás o taburetes. Y, aunque el cuero es un material muy resistente, lo cierto es que si no lo cuidamos bien, con el paso del tiempo se va desgastando debido al uso frecuente al que sometemos a estas piezas tan cotidianas de nuestro hogar.
A la hora de eliminar las posibles manchas en él, debemos tener especial cuidado con el tipo de productos que utilizamos. ¿Sabes con cuánta frecuencia deberíamos limpiar el cuero? Aquí tienes unos cuantos consejos prácticos para cuidarlo y mantenerlo.
1. Pasa un paño húmedo para quitar el polvo
Para mantener el buen aspecto del cuero es recomendable pasar cada 15 días un paño húmedo (no mojado) por la tapicería del sillón o el sofá. Es importante que lo pasemos sin frotar y que el paño esté humedecido en agua no calcárea para evitar después posibles manchas. De esta manera podremos eliminar el polvo que se haya depositado encima de la tapicería.
Para una limpieza más profunda utilizaremos un jabón específico para el cuero seguido de una crema especial que nos permita hidratarlo y protegerlo. Es aconsejable realizar esta limpieza unas dos veces al año.
2. Elimina manchas con papel absorbente
En el caso que aparezca una mancha en la tapicería, cúbrela inmediatamente con un papel absorbente, sin frotar, procediendo siempre desde el exterior hacia el centro para evitar que la mancha se extienda. Después podemos aplicar el jabón o la espuma limpiadora.
3. Utiliza productos específicos para su renovación
Existen productos especiales de renovación de cuero que dan buenos resultados. Para aplicarlos debemos extender el producto con un paño no absorbente. Después haremos que penetre frotando con un movimiento circular. Lo dejaremos secar y por último le daremos brillo con un paño suave. El cuero puede oscurecer pero recuperará su color de origen en algunos días.
4. El aspirador: una mala idea
Aunque el cuero es un material resistente, a la hora de limpiarlo es preferible apostar por un método delicado. Por eso, si queremos quitar el polvo de nuestros muebles de cuero es preferible pasar por encima un paño humedecido en agua antes que emplear el aspirador. Este último podría dañar el material.
5. No mojes el cuero nunca
Cuando limpiemos el cuero de la tapicería con jabón debemos utilizar un trapo húmedo para retirar el exceso y dejar secar al aire. Nunca utilizaremos agua para aclararlo ya que si mojamos el cuero se puede estropear. Tampoco se recomienda utilizar productos orientados a la limpieza de nuestra piel, como las toallitas o la crema corporal, para limpiar el cuero.
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