#1 Una buena planificación te salvará de bastante estrés
Es muy común acumular objetos en casa, en la nayoría de los casos por encima de nuestras posibilidades. Ya sea por e valor sentimental o porqure seguimos creyendo que 'lo necesitaremos en algún momento', nos cuesta desprendernos de nuestras propiedades, incluso aunque hayan pasado meses (o años) desde la última vez que los utilizamos.
Por eso, si te propones hacer una limpieza general en casa, debes saber que te llevará tiempo. Organización, limpieza y organización. Debes saber que te llevará tiempo (no solo un fin de semana) y que deberás dedicarle el tiempo suficiente a todas las estancias. Así que, tómatelo con calma y sin prisa, es la mejor forma de obtener buenos resultados.
Para no caer en este error, procura dedicar un rato de cada dia y no solo tus días libres. De lo contrario, acabarás agotada por dedicar tu tiempo de ocio a estas tareas y, probablemente, acabes dejándolo a medias. Por otro lado, procura empezar por las estanciasmás grandes o que estén más desorganizadas. La tarea se hará cada vez más facil y te costrá menos terminarla.
Si durante la limpieza crees necesitar muebles o herramientas de almacenaje (organizadores, estanterías, cajoneras...), recuerda esta frase: el orden nunca empieza por la compra. Primero debes clasificar todos los objetos que quieres mantener en casa (siguiendo un criterio) y los objetos de los que vas a desacerte y vas a donar. Solo cuando hayas terminado la limpieza y únicamente si es necesario, compras lo que necesites.
Una idea
Si te ayuda, puedes comprar un bloc de notas, una agenda o un organizador semanal con la que distribuir el trabajo y las tareas de limpieza y organización.
#2 En cada estancia, una estrategia
Procura dejar en cada habitación un espacio siempre ordenado. Después de la limpieza, intenta ir ampliando ese area. Este truco te ayudará a mantener un hábito de orden e ir acostumbrandote sin darte cuenta a mantener cierta organización.
- El armario
Quizás sea una tarea difícil, pero para organizar el armario de forma eficiente, deberás deshacerte de ciertas prendas. Zapatos y bolsos que ya no utilizas, prendas que no utilizas desde hace años, que son demasiado grandes o pequeñas o que, incluso, ya ni siquiera te gustan. Intenta ser estricta y piensa en que puedes donar toda la ropa que esté en buenas condiciones (puede ser un incentivo).
Te damos una idea: cuelga toda la ropa en perchas con el gancho en la misma dirección. Cada vez que utilices una prenda y la vuelvas a dejar en el armario, coloca el gancho en la dirección contraria. Esto revelará qué prendas usas y de cuáles puedes prescindir.
- Papeles y documentos
Abrimos una carta, la leemos y la dejamos abierto en una mesa o una estantería, ocuapndo espacio innecesario porque, simplemente, no sabemos donde ponerla. Ocurre lo mismo con cuadernos de notas, documentos de mayor o menor importancia y otros papeles.
Te sugerimos una idea muy sencilla pero muy útil: elige un espacio (un estante, un cajón, un archivador. Puedes dividir ese espacio por categorías: correo, papeles del trabajo, facturas. O, si lo prefieres, divídelo en guardar, revisar y tirar. Eso sí, debes comprometerte a dejar todos los papeles que recibas en ese lugar y ordenarlos adecuadamente.
Una idea
Puedes hacerte con un revistero, organizador o archivador con diferentes apartados y etiquetarlos por categorías.
- Cajones
Los cajones invitan al desorden y en todos, sin excepción, hay cosas de las que podemos prescindir. Dedícate a un par de cajones al día y clasifica su contenido en categorías:
- Cosas que deben seguir en ese cajón
- Cosas que deberían estar guardadas en otro sitio
- Cosas que no necesitas y de las que puedes deshacerte
Una vez hayas limpiado el cajón, vuelve a guardar en él las cosas que estaban bien colocadas ahí. Entonces podrás dedicarte a buscar otro sitio para guardar el resto de cosas en otro lugar y deshacerte del resto
Una idea
Una vez hayas clasificado toda la ropa u objetos de los cajones, puedes ordenarlas con un organizador de ropa.
- Estanterías
Dedica tiempo a cada estante, puedes hacer uno o dos en cada sesión de limpieza hasta terminar con la estantría. Igual que con los cajones, clasifica todo lo que hay en la estantería según lo que está bien colocado, lo que debería estar en otro lugar y todo de lo que puedes prescindir (en las estanterías hay muchos objetos que solo sirven para acumular polvo).
- Superficies grandes
Las encimeras de cocina suelen utilizarse para dejar de todo. Es mucho espacio, pero dejarlo todo encima no es útil ni práctico. Por eso, debes intentar mantenerlos libres de objetos que no tienen por qué estar ahí, ya que te hacen perder mucho espacio aprovechable. Utiliza las mismas tres categorías para organizar estos espacios. Para liberar espacio, guarda los electrodomésticos en armarios.
- Cajas de almacenaje
Puedes utilizar cajas de almacenaje para guardar todo aquello a lo que no le has asignado un destino concreto en casa. Puedes guardar estas cajas en los altillos de los armarios, debajo de la cama o en el canapé.
#3 Persiste y vencerás
Cuando estamos haciendo limpieza, es muy fácil distraerse. Revistas, fotos antiguas, libros que no recordabas tener… Y terminamos dejando la tarea a medias. Para evitar distracciones, te sugerimos las siguientes soluciones.
- No salgas de la habitación
Mientras permanezcas en la estancia que estás ordenando, todo está bien. Si te mueves, te despistarás con facilidad: tienes que lavar los platos, llamar a un amigo, comer algo… Para aprovechar el tiempo, coloca una caja en la puerta de la habitación que estás ordenando y llénala con todo lo que tengas que colocar en otros espacios. Cada vez que tengas que salir, lleva esta caja y coloca todo lo que hay en ella en su lugar.
- Olvida los ‘quizás’
Durante la jornada de limpieza encontraras gran cantidad de cosas que despertarán dudas: ¿lo tiro o no lo tiro? En estos casos, no debes recurrir al quizás. Los quizás siempre significan lo mismo: debes tirarlo. Pero si todavía te resulta complicado, utiliza una caja para guardar todos esos ‘quizás’ y etiquétalos con la fecha de la última vez que lo utilizaste. Revísalo después de un par de meses y así sabrás con certeza e qué cosas puedes prescindir.
#4 Algunas ideas ingeniosas de almacenamiento
#5 Adapta tus hábitos para no tener ue empezar de nuevo
- Una entrada, una salida.
Con este método te asegurarás de que la cantidad de cosas que tienes en casa no crezca de manera desproporcionada. Cada vez que compres o recibas algo nuevo, selecciona algo de lo que puedes prescindir (sin excepciones). Así evitarás la acumulación de cosas y te lo pensarás dos veces antes de hacer compras. Además, también evitarás otra jornada intensiva de limpieza.
- Donar un objeto cada día
Otra forma de tener que enfrentarte a una limpieza general es deshacerte de objetos que no necesitas a diario. Donarlos o darlos a amigos es una buena salida para todo aquello que ocupa un espacio innecesario en casa.
- Espera un mes
Si tiendes a comprar cosas innecesarias, trata de acostumbrarte a apuntar lo que realmente necesitas y lo que son caprichos. Si después de un mes todavía lo necesitas y, si no es así, ¡ya has ahorrado dinero!
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