Para limpiar nuestro rostro tras su exposición a los agentes externos, hidratar nuestra piel o aportarle las vitaminas que necesita para que luzca joven y radiante, es necesario tratarla adecuadamente. No esperes más para empezar a cuidarte, determina cuál es tu tipo de piel, ponte en manos de un especialista y elige el tratamiento facial que más vaya contigo según tu edad y tipo de piel. Te contamos cuáles son los más adecuados según el tipo de piel.
Higiene facial para cada tipo de piel
Si hace tiempo que no disfrutas de una, es momento de hacerse una buena limpieza facial que limpie los poros obstruidos de tu rostro y elimine las células muertas de la piel. Se trata de un hábito imprescindible para el cuidado de nuestra piel, con el que no sólo lucirá más tersa y luminosa, sino que además estará más receptiva a futuros tratamientos que apliquemos.
Una higiene facial completa combina la limpieza con la exfoliación, eliminando impurezas, células muertas y puntos negros. El tratamiento suele continuar con un masaje facial que favorece la circulación y termina con la aplicación de una mascarilla que aporte luminosidad a tu piel.
Aunque es recomendable para todo tipo de pieles, la frecuencia no debe ser la misma. De esta forma, en el caso de la pieles grasas o con tendencia al acné en las que los poros suelen estar más dilatados la limpieza tendrá que hacerse cada menos tiempo (dos veces al mes, aprox), en pieles mixtas (entre 1 o 2 al mes) y en el caso de las pieles secas, que apenas presentan impurezas, con 1 vez al mes es suficiente.
Hidratación para cada tipo de piel
Al igual que la limpieza, la hidratación es un paso imprescindible para tener una piel radiante y prevenir el envejecimiento. No obstante, es importante conocer tu tipo de piel para elegir los tratamientos adecuados. Hemos preparado una pequeña guía que puede servirte de orientación.
- Piel seca: se suele caracterizar porque sus poros son pequeños y su aspecto es quebradizo, algo que se observa con mayor facilidad con el paso de los años. Lo ideal es utilizar cremas ultra hidratantes con nutrientes intensivos y calmantes que aporten suavidad y flexibilidad a la piel. El uso de sérums y cremas que iluminen la piel también es muy adecuado. Te recomendamos aquellas que sean ricas en vitamina C.
- Pieles normales o mixtas: sus poros son menos visibles son visibles, a excepción de la zona de la nariz, el mentón y la frente, que son más grasas y es donde suele aparecer el acné. Lo más recomendable es utilizar cremas hidratantes ligeras, que mantengan el equilibrio de la piel y aporten frescor.
- Piel grasa: las más gruesas y duras, en ellas la actividad de las glándulas sebáceas es mayor. En este caso es importante utilizar cremas muy ligeras y de rápida absorción, evitando aquellas cremas que puedan dejar cualquier tipo de residuo grasiento sobre la piel. ¡El formato gel es el más adecuado!
Aparte del tipo de piel, a la hora de elegir un tratamiento hidratante, es importante tener en cuenta la edad o los beneficios que se quieren obtener con dicho producto. Encontrarás productos específicos según tus necesidad: luchar contra los signos envejecimiento de la piel, eliminar manchas, iluminar la piel... ¡busca el tuyo!
Tratamientos para ojos cansados, bolsas y ojeras
Los signos de cansancio se reflejan en nuestro rostro casi a cualquier edad. Si es tu caso y presentas una piel cansada, para contrarrestar estos efectos, lucir un rostro más fresco y mejorar así nuestra imagen se recomiendan los tratamientos revitalizantes de contorno de ojos. Este tipo de cuidado alisa y descongestiona el contorno de los ojos, atenuando las ojeras y reduciendo las bolsas, a la vez que alivia el cansancio de los ojos y relaja los párpados, consiguiendo una mirada fresca y joven.
Peeling y tratamiento facial antiage
Con el paso de los años, los peelings que hace nuestra propia piel son más lentos, por lo que se recomienda recurrir a este tipo de cuidado beauty para mejorar el aspecto de nuestro rostro. Los peelings faciales consisten en una exfoliación profunda de la piel que elimina las manchas, las arrugas o las marcas del acné, consiguiendo como resultado una piel más joven, hidratada, luminosa y suave.
Por su parte, los tratamientos anti-edad están pensados para pieles maduras y suelen realizarse con productos específicos naturales para evitar los signos de envejecimiento en el rostro, aumentando la firmeza de la piel. Además, el masaje efecto lifting favorece la activación del colágeno de la piel.
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