Cuando entramos en la treintena es irremediable que salte la luz roja y nuestra mente diga ¡alarma, alarma! Aunque cuidarse es un trabajo que se hace a largo plazo y día a día, lo cierto es que cuando aún se tiene veintitantos no le prestas demasiada atención a temas como una limpieza de cutis, un zumo detox o un sérum con propiedades antioxidantes. Bien pues tanto si eres una alumna aventajada que ha cumplido con todos los deberes beauty como si eres de las rezagadas que se creían que la primera arruguilla salía a los cuarenta y tantos, siguiendo estos pasos podrás decir que a los 30 se está mejor que nunca.
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¿Qué hacer cuando suena el despertador?
Comienza el día alimentando a tu piel como se mece. Deja la pereza en la cama porque no hay nada como algo de ejercicio para despertarte. ¿Prefieres gimnasio? ¿Sales a correr? ¿Tienes tu propia esterilla para yoga en casa? Da igual como lo prefieras hacerlo pero lo importante es que incluyas algo de actividad física en tu día a día. Si por las mañanas no te ves lo suficientemente motivada, déjalo para la salida del trabajo y vuelve caminando hasta casa o haz una visitilla al gym.
Le toca el turno a la piel
Tanto ejercicio además de hambre puede que te haya despertado algo de sed, ¿verdad? Pues tu piel también necesita hidratación así que tras la ducha lo mejor que puedes hacer es aplicarte un sérum y dejar que actúe mientras que tomas tu desayuno rico en vitaminas. Es ahora cuando le toca el tiempo a la verdadera hidratación de tu piel. Hazte con una crema que incorpore ingredientes como el ácido hialurónico ya que a partir de los 30 nuestra piel comienza a generar en menor cantidad de este ácido y como consecuencia aparecen las primeras líneas de expresión. La glicerina es otro de esos componentes que pasarán a formar parte de tu selecto grupo de amigos ya que se encarga de retener la hidratación de la piel.
Ahora que tu piel está lista llega el momento del maquillaje. No hace falta que optes por looks muy recargados, céntrate en que tu piel luzca iluminada. Un poco de colorete, máscara de pestañas y un poco de color en los labios y listo.
Después de una agotadora jornada...
Tras tu agitado día de trabajo no vale rendirse, lo mejor que puedes hacer es volver a casa dando un paseo. Por supuesto ahora llega uno de los pasos inamovibles de cualquier mujer del mundo, no solo de las treintañeras. Desmaquillarse. Sí, da igual las excusas ridículas que se te pasen por la cabeza. Limpia tu rostro de cualquier tipo de maquillaje / polución. Sí, aunque no te hayas maquillado, después de un largo día, tu piel está sucia como consecuencia de la contaminación, el sudor, la grasa...
Y ahora que el día ya está tocando a su final, vuelve a ser el momento del sérum y la crema de noche. Recuerda que por la noche nuestra piel recibe mucho mejor todos los tratamientos que apliquemos sobre ella así que lo único que queda es que duermas las 8 horas que te mereces. Y al día siguiente vuelta a empezar y no te olvides de presumir de tu increíble treintena.
No te olvides de los extras
Además de estos cuidados diarios, tampoco debes olvidarte de la mascarilla y la exfoliación.
- Acude una vez al mes a hacerte una limpieza de cutis, de este modo sentirás que vuelves a estrenar piel.
- La exfoliación es otro punto que no debes olvidar. No hace falta que acudas a un centro de estética para limpiar tu rostro de imperfecciones. Lavando tu cara con un gel exfoliante un par de veces por semana, lograrás una limpieza profunda deshaciéndote de todas las imperfecciones.
- Las mascarillas tampoco pueden faltar. Las hay de todo tipos, colores y propiedades así que cada vez puedes probar una diferente.
Ya sabes, dile adiós a la rutina y empieza a cuidarte hoy mismo. ¡Sácale partido a los 30!
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