La cera fría es un sistema muy sencillo, no requiere material y se adapta al cien por cien a tus necesidades, pues te puedes depilar cualquier zona del cuerpo, a cualquier hora y en cualquier momento. ¿Te hemos convencido?
- · El principio
- · En profundidad
- · Trucos
- · Ventajas
- · Inconvenientes
El principio
Es el mismo que el de la cera caliente: arrancar el vello de raíz. La cera actúa como una especie de banda adhesiva que se pega sobre la piel. Al retirarla, retiramos también el vello de la zona en cuestión. Depilación tras depilación, verás que los pelitos nacen menos tupidos, es decir, más finos. Aunque las primeras depilaciones puedan arrancarte algunas lágrimas, las siguientes sesiones serán mucho más llevaderas. Además, el vello tardará más en crecer y durante las semanas posteriores a la depilación sentirás la piel muy suave.
En profundidad
La principal ventaja de este tipo de cera es su versatilidad: se puede utilizar en cualquier zona y en cualquier momento. En casa o en el centro de estética, en el baño o mirando la tele, antes de ir a la playa o antes de una cita… ¡Con la cera fría todo es posible!
Y, como hemos dicho, nos la podemos aplicar en cualquier parte del cuerpo: piernas, brazos, ingles, cejas, etc. La venden en bandas de diferentes medidas y formas que facilitan su colocación. Y sin correr riesgos: las puntuales quemaduras que produce la cera caliente en este caso no existen. Sólo hay que aplicar y tirar. ¡Así de sencillo!
Trucos
Como en el caso de la cera caliente, lo mejor es depilarse respetando la dirección en la que crece el vello. Aunque hacerlo en el sentido contrario puede parecer, en un primer momento, un sistema más eficaz, sufriremos más cuando el vello vuelva a nacer: aparecen granitos, picores, rojeces, vello enquistado, etc.
Lo mejor es depilarse en el sentido en que nace el vello, aunque tardemos más (quizá necesitemos pasar la banda un par de veces) y sea más doloroso.
Ventajas
Es un método muy rápido, muy práctico, sin riesgos y económico. De hecho, las bandas se pueden reutilizar varias veces. La rapidez de esta técnica reside en que no requiere ningún tipo de preparación: nada de espuma, nada de perder tiempo calentando la cera ni de mezclar ingredientes para prepararla.
Inconvenientes
El problema está en la textura: incluso utilizando bandas, no se esparce igual de bien que la cera caliente, lo que significa que el vello más corto y fino o el de más difícil acceso no conseguiremos arrancarlo con la cera fría. El de menos de cinco milímetros, por ejemplo, no se adherirá a la cera. De modo que, antes de depilarnos con cera fría, deberemos dejar crecer el vello bastante. No es muy glamuroso, es cierto, pero es lo que, en este caso, cuesta la eficacia.
Además, la textura de la cera hace que depilarse depende de que zonas (por ejemplo, las superficies pequeñas o las axilas, en las que el crecimiento del vello no es homogéneo) no sea nada cómodo.
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