Ha llegado la hora de pulsar el botón de 'stop' y dejar que el relax invada tu vida por un rato. Respirar, meditar y pararse a contemplar todo lo que ocurre a nuestro alrededor además de devolvernos la paz interior que tanto necesitamos en nuestro día a día, le devolverá a nuestra piel un aspecto más saludable y nos ayudará a combatir el paso de los años. ¿Te apuntas?
Más fuerte
El cerebro y la piel tienen el mismo tipo de células y guardan una relación muy estrecha. ¿Alguna vez ha coincidido la aparición de un herpes con una mala época emocional? Pues esto tiene una explicación científica. En situaciones prolongadas de estrés el sistema inmunológico se debilita, debido al aumento de la hormona cortisol. Su producción en el organismo es buena, siempre y cuando se haga en su justa medida, es decir, para ayudarnos a superar momentos de emergencia.
Ocurre lo mismo con la adrenalina, la hormona que se encarga de darnos ese empujón que necesitamos para escapar de una situación de peligro. Cuando estas hormonas no dejan de producirse, significa que existen niveles altos de estrés. Imagina el desgaste físico y mental que supone vivir en una situación de estrés permanente. Al final se nota en muchos aspectos, incluidos la piel y el sistema inmunitario.
Esto se traduce en mayor predisposición a ponerse enfermo, encontrarse mal a menudo y sufrir problemas cutáneos como alergias, eccemas, acné, etc. Conclusión: un cuerpo relajado lleva consigo un sistema inmune fuerte, lo que significa un mejor estado de la piel y aspecto físico.
Bienvenidos principios activos
El estrés también es el responsable de entorpecer las funciones básicas de protección, hidratación y oxigenación. Por el contrario, cuando una persona está relajada esto se refleja sobre la piel, la cual tendrá un aspecto más luminoso, más suave y con menos arrugas.
El mindfulness se centra en recuperar esa paz interior perdida con motivo de nuestro ritmo frenético diario. ¿Por qué? Muy sencillo. Cuando tu organismo está tranquilo todo funciona mejor en el interior y cada célula cumple su misión correctamente. Al fluir todo con normalidad las células de la piel trabajarán como es debido. Como consecuencia los tratamientos de belleza serán mucho más eficaces ya que la epidermis estará muy receptiva.
Las cremas de día sacarán su barrera de protección contra los agentes externos y aportarán energía a las células, con el fin de aguantar la jornada sin signos de fatiga ni cansancio. Por la noche, las cremas nutritivas activarán la regeneración y la reparación celular. Los principios activos de ambos tratamientos multiplicarán su eficacia en una piel sana y relajada, y de este modo no perderá su firmeza ni su vitalidad.
Piel luminosa
¿Sabías que respirar 20 minutos de oxígeno al día tiene efectos beneficiosos para tu cuerpo? Aunque es un elemento clave en la vida, el oxígeno que respiramos normalmente tiene altas dosis de contaminación, por lo que es recomendable realizar sesiones de oxigenoterapia con regularidad y respirarlo en estado puro.
Una persona relajada y tranquila favorece la oxigenación en la piel, es decir, luce un aspecto más fresco y luminoso, todo lo contrario a las pieles opacas y apagadas que tienen las personas con estrés. Si el oxígeno penetra de manera óptima en nuestra piel las células lo utilizan para fabricar colágeno, elastina y otras propiedades encargadas de devolver la vitalidad. Son muy recomendables los cosméticos que aportan una dosis extra de oxígeno en la piel y potencia los mecanismos de defensa frente al estrés diario y oxidativo.
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