Para realizar una limpieza facial de manera correcta es importante seguir una dinámica que nos permita realizarla sin olvidar ninguna zona y con los productos indicados. Cristina de Hoyos, dermatóloga de Clínicas Ceta, nos cuenta cómo sacarle el máximo partido a nuestro ritual de limpieza diario.
Trata de seguir estos sencillos pasos y verás tu piel más limpia y saludable en poco tiempo:
1.- Cada noche, cuando hayas finalizado tus actividades y tengas un rato para dedicártelo a ti, comienza por lavar la cara con un jabón suave para retirar todas las partículas de gran tamaño que pueda haber sobre la piel, evitando el contacto con los ojos.
2.- A continuación, emplea un agua micelar para retirar las pequeñas partículas que el jabón no haya arrastrado. Aplícala con un disco de algodón. Puedes usarla para limpiar la zona de los ojos si el maquillaje no es waterproof.
3.- Una vez o dos por semana, realiza un lavado exfoliante, empleando scrubs, productos con pequeñas partículas que arrastran las capas superficiales de la piel y desincrustan la materia presente en los poros dilatados.
4.- Tras la exfoliación, puedes aprovechar para aplicar una mascarilla a base de alfa-hidroxiácidos que contribuirán a disminuir los puntos negros y mejorar la textura de la piel. Siempre se ha de tener en cuenta la tolerancia de cada tipo de piel, ya que aquellas pieles reactivas no soportarán la exfoliación o la mascarilla.
5.- Tras la limpieza, es el momento de aplicar el tratamiento más indicado para tu piel, siempre acompañado de una buena dosis de hidratación.
Si dudas sobre qué productos emplear para limpiar tu piel o cuáles son los más indicados, consulta con tu dermatólogo.
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