La American Society of Plastic Surgeons de Cleveland, ha sido la encargada de llevar a cabo este original y efectivo estudio. Gracias a estas instantáneas tomadas a gemelos idénticos, podrás comprobar de primera mano, la influencia del tabaco en la piel. En cada pareja de gemelos, hay uno que es fumador y otro que o no ha fumado nunca, o lo ha hecho durante 5 años menos que su hermano. ¿El resultado? Analiza detalladamente las fotografías.
En estas fotografías, el primer gemelo es el fumador, y el segundo es el no fumador, aunque seguro que no te ha costado mucho notar la diferencia, eso sí, más acusada en unos que en otros. En el caso de las mujeres, la aparición de arrugas en la zona del surco nasolabial, el famoso código de barras, las patas de gallo, o incluso en la frente; es lo más común. En el caso de los hombres, las arrugas son bastante más marcadas.
Pero no sólo en las arrugas es en donde se pueden notar los efectos del tabaco, también en la superficie de la piel. El humo que se expulsa, consigue además resecar nuestra piel. Fumar, afecta al correcto funcionamiento de nuestro organismo, consiguiendo que muchas de nuestras células dejen de renovarse, y nos hagan envejecer antes.
Todos sabemos que el tabaco es malo para nuestro organismo, y que nuestro aparato respiratorio es el mayor damnificado, sin embargo, muchas veces nos preocupa más la apariencia exterior, y eso de parecer mayor, no le gusta a nadie. Si fumas, sé consciente de que si no se nota ahora, acabará por notarse.
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