1. Uso de protocolos médicos contrastados
Desde Germaine Goya aseguran que la clave de un buen tratamiento está en el empleo de protocolos médico-estéticos procedentes de Centros de Investigación de las Universidades más prestigiosas del mundo desde Oxford a Madrid, pasando por Cambridge.
Y, es que, la medicina estética es la única disciplina verdaderamente cualificada para la orientación y aplicación de determinados productos y tratamientos, por eso siempre es necesario pasar por un especialista antes de lanzarnos a adquirir cualquier producto de cosmética de esta índole.
2. Localizar el problema
En el caso de la celulitis o piel de naranja, es muy importante enfatizar sobre el foco, o centro, de toda la grasa para incidir sobre ese punto. Una vez localizado el eje de la piel de naranja deberemos aplicar el tratamiento corporal desde dentro hacia fuera y de manera gradual, es decir, la presión que ejerzamos al untar la crema o tratamiento debe ir de más a menos desde el centro hacia la periferia de la piel celulítica.
De este modo, conseguirás que se deposite mayor cantidad de producto en la zona más conflictiva y duplicarás los efectos del tratamiento sobre la piel.
3. La importancia del movimiento
Cada tratamiento es específico para cada tipo de piel y, sobre todo, para aquello que buscamos tratar. Por eso, no todos los productos se aplican del mismo modo sobre la piel. Siguiendo con el caso de la grasa localizada, los movimientos a la hora de aplicar el producto han de ser siempre circulares y desde dentro hacia fuera, siguiendo el sentido de las agujas del reloj.
Este tipo de movimiento estimulará los efectos del tratamiento y permitirá que tu piel se relaje, aumentando así los beneficios que buscamos conseguir.
4. Cada extremidad un tipo de masaje
En Germaine Goya inciden sobre la importancia de ser conscientes de que cada tipo de problema, o defecto, que deseemos corregir requiere no solo de un tratamiento corporal específico, sino también de una aplicación especializada en cada parte del cuerpo.
Según esto, los masajes con los que aplicamos el producto han de ser distinto en base a la zona del cuerpo que deseemos corregir. Así, en la zona de piernas los masajes han de ejercerse de manera ascendente y con una presión media, desde la zona del tobillo hasta la rodilla y desde la rodilla a lo largo del muslo. En el caso de caderas, cintura y vientre los masajes siempre deben ser circulares y con una presión que vaya de más a menos. Y, por último, en los brazos la aplicación de producto debe ser ascendente y circular.
5. El exfoliante, la excepción que confirma la regla
En los últimos tiempos la exfoliación corporal ha adquirido mucho protagonismo sobre la rutina de belleza de mujeres y hombres. Pero, ¿sabes verdaderamente cómo debes aplicarlo?
Los geles exfoliantes cuentan con unas micropartículas encargadas de arrastrar las células muertas, a la vez que estimulan la regeneración de su piel. Por esto, nos encontramos ante un producto que puede ser agresivo con la piel si no sabemos aplicarlo correctamente.
Antes de nada, la piel debe estar húmeda para que a la hora de aplicar cualquier exfoliante no dañe las capas más superficiales de la piel. Después, deberemos aplicar de manera suave el producto y siempre en movimientos circulares, para arrastrar de manera eficaz los restos de piel muerta. Como último paso tras la exfoliación no se puede pasar por alto hidratar la piel de manera profunda.
Tan importante es hacerse con productos de calidad y buenos servicios estéticos como conocer cuál es la mejor forma de aplicar cada uno de ellos para conseguir los resultados esperados. Por ello, la visita a un especialista es siempre el paso previo que no nos podemos saltar a la hora de buscar un tratamiento estético específico.
Artículo elaborado por Carmen Díaz, directora del centro Germaine Goya, centro exclusivo de Germaine de Capuccini en Madrid.
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