- Infórmate previamente de la empresa
En efecto, esta información te permitirá evaluar lo que la empresa te puede ofrecer. Intentar conocer el volumen de negocios de la sociedad, su crecimiento, los salarios pagados por sus competidores directos, así como el rango salarial establecido en el convenio laboral.
- Infórmate del puesto
Porque cuanto más sepas del puesto que se te propone (diferentes tareas, ritmo de trabajo a mantener, responsabilidades...), mejor podrás justificar el salario que pidas.
Infórmate igualmente acerca del salario habitual acordado para este tipo de puesto (buscando, por ejemplo, en la prensa especializada las ofertas de empleo...)
- Evalúa tu propio potencial
Tu experiencia, tus competencias y tu nivel de responsabilidades son parámetros que pueden hacer oscilar la horquilla salarial propuesta. Por ello es importante saber cuánto “valen” todos esos valores antes de empezar una negociación.
LETTER
En el momento de hablar de tus pretensiones salariales puedes igualmente decir la cantidad de tu salario anterior (pagas extra y primas incluidas). Se dice que, en general, cuando se cambia de empresa, hay que contar con una diferencia de un 10% como mínimo.
- No empieces la entrevista con el tema del sueldo
En efecto, la primera parte de la entrevista tiene que estar centrada en tu experiencia y tus competencias con el fin de dar una imagen lo más positiva de ti.
Además, la cuestión del salario suele ser abordada generalmente por el entrevistador. Si te pregunta por tus pretensiones salariales proporciónale una horquilla de remuneración cuyo extremo inferior sea de todos modos aceptable por ti. En caso de rechazo de negociación salarial (lo que es bastante frecuente), intenta negociar otras ventajas (primas, promoción más rápida...).