Después de una baja de maternidad
Lo primero de todo, busca a alguien para que cuide de tu hijo. No dudes en informarte en el Ayuntamiento de tu ciudad que te expondrá las alternativas que hay para cuidar a tu bebé.
- La guardería: es el método más demandado por lo que no pierdas el tiempo. En general, hay que inscribirse durante el embarazo para tener oportunidad de encontrar una plaza.
- Una nodriza o cuidadora personal: una persona que se desplazará a tu domicilio y cuidará del pequeño en tu ausencia. En el periódico encontrarás anuncios con sus servicios y en ocasiones en las propias guarderías verás listas con personas de contacto. Puedes tener una cita con ellas para decidir después.
- Puedes volver a trabajar a tiempo parcial. El Código del Trabajador te autoriza a reducir tu horario. Si trabajas 40 horas a la semana puedes reducir tu horario de trabajo al menos 8 horas. Como mínimo tienes que trabajar 16 horas a la semana y te pagarán proporcionalmente al número de horas trabajadas. Para esto, hay que avisarlo a la empresa por carta certificada un mes antes del fin de tu baja maternal. Este tiempo parcial se fija para un periodo de un año, con la posibilidad de renovarlo dos veces.
- Por último, si lo has roto, renueva el contacto con tus compañeros antes de tu vuelta. Infórmate acerca de los cambios en el seno de la empresa, los traslados, el ambiente, los cotilleos... En resumen, ¡vuelve a ponerte el chip! ¿Por qué no hacer un pequeño tour por los despachos para saludar a todo el mundo?
A saber: durante las cuatro semanas que siguen a la vuelta al trabajo, tu empresa tiene prohibido despedirte. Te beneficias de la misma protección que durante el embarazo. Una única excepción: una falta grave por un motivo que no tenga que ver con el embarazo o el parto.
LETTER
Después de una enfermedad
Es difícil retomar la actividad después de una larga enfermedad. Tras una depresión, la vuelta puede parecer temible. En efecto, quedarse en casa, no ver a nadie, estar en un estado de angustia permanente se han vuelto una costumbre. Ahora se ha fijado el objetivo: volver a trabajar. Lo que incluye un nuevo ritmo de vida (o la vuelta al antiguo), un contacto diario con los compañeros... la vida que vuelve a comenzar, en definitiva. Hay que ver esto como un nuevo punto de partida. Estar en pareja favorece la readaptación a la vida profesional porque tu cónyuge está a tu lado, te respalda y te motiva para progresar. Después de un accidente o una enfermedad grave debes saber que puedes ser ayudado.