Según los últimos datos publicados por la OCDE durante el periodo de 1970 a 2010 podemos decir que se cerró la brecha género en nuestro país, y es que tanto los hombres como mujeres que habitamos hoy el país hemos pasado el mismo tiempo educándonos (datos recogidos también el Politikon.es).
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Sin embargo, se puede afirmar que las mujeres cada vez estudian más y es que el número de mujeres entre 55 y 64 años con estudios es menor al de la misma franja en el género masculino. Pero por una vez los datos nos dan la razón en algo y es que eso no es todo porque además, las mujeres menores de 44 años han estudiado más que los hombres (hablamos de secundaria como de estudios superiores). Es decir, tenemos datos empíricos que demuestran que estamos mejor formadas que los hombres.
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Las mujeres somos más en la universidad
Si seguimos viendo los datos publicados observamos que el 40% de las mujeres españolas logrará sacar un título universitario frente al 23% de los hombres. Y esta diferencia se repite en todo los países de la OCDE excepto en Japón y Turquía. Mientras que si nos fijamos en un ranking por países vemos que los que tienen mejores datos son Islandia y Polonia, con un 75% de mujeres que logrará un título en educación superior, mientras que México y Turquía se llevan la peor parte con tan solo un 25% de las mujeres con título.
En materia de desigualdad existen bastante diferencias entre la presencia de mujeres en según qué determinadas carreras universitarias. En España, el 59% de las mujeres consiguen títulos universitarios de las cuales el 32% representan las carreras de ingeniería y el 21% en informática. Asimismo la OCDE ha generalizado el sesgo de la distribución de carreras según el género siendo algo que ocurre en todos los países.
Otro dato que merece la pena resaltar en materia de desigualdad es que el 71% de los hombres que estudian ciencias acaban trabajando en ingeniería, matemáticas o estadística mientras que las mujeres que logran trabajar en estos sectores se reducen al 43%.
Como conclusión, la cultura influye de manera determinante en la elección de los estudios tanto en mujeres como en hombres. Los estereotipos de género por tanto son claves a la hora de la elección de una carrera universitaria algo para lo que la OCDE recomienda en la realización de estrategias que motiven tanto a chicos como a chicas, en el ámbito de la lectura para los primeros y de las ciencias para las segundas ya que además, representa un sector de mejor condiciones laborales y perspectivas. Y por supuesto, en nuestro país se anima a abogar por las políticas de igualdad para fomentar la conciliación laboral así como la flexibilidad, dos motivos determinantes a la hora de escoger una profesión.
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