Motivaciones
A veces llegamos a un punto en el que ya no sabemos qué hacer con el trabajo, tenemos la impresión de que ya no vamos a avanzar más y la estimulación intelectual desaparece. Es el momento perfecto para plantearse la posibilidad de ampliar nuestra formación con los cursos que ofrece la empresa y empezar a contemplar un cambio profesional.
Hay quienes necesitan algo más radical y dejan el trabajo para volver a la facultad: sed de conocimientos, de cambiar de aires y de empezar de nuevo de cero. Cada año hay un 20 % de personas activas que hacen aumentar el número de matrículas universitarias.
Volver a estudiar no sólo es resultado de una frustración personal, sino que a veces se convierte en una necesidad, pues las competencias profesionales caducan. Hay que reciclarse y adquirir nuevos títulos para seguir conservando nuestro valor.
Sacrificios
Además, ante un cambio de ambiente desestabilizador, el trabajador que lo deja todo para retomar los estudios se encuentra también ante un problema económico. Pasar de la vida activa a un estatus estudiantil conlleva muchos sacrificios. Sabemos que tenemos el apoyo económico de nuestra pareja o de la familia pero no sólo hay que contar con ellos; ellos no van a asumir tus decisiones:
-Si vives sola, asegúrate de que tienes suficiente dinero reservado para poder satisfacer tus necesidades durante el tiempo que vas a estar estudiando. No es muy recomendable combinar la universidad u otra formación con un empleo de media jornada porque ya no estás acostumbrada a estudiar.
-Si vives en pareja, asegúrate de que te apoya al 100 % en tu nuevo proyecto para evitar así cualquier reproche futuro. Y si decides volver a casa con la familia, dejad las cosas claras, pues los conflictos no tardarán en llegar.
¿Qué formación elegir?
Dejando de lado los aspectos técnicos que hay que sopesar antes de lanzarse a la piscina, lo más importante es elegir la formación o el curso que mejor se adapte a tu proyecto. Teniendo en cuenta la inversión económica y financiera que ello implica, es muy importante no equivocarse.
¿Es mejor una formación a tiempo completo o a tiempo parcial para poder seguir trabajando? ¿La formación a distancia es una buena solución? ¿Es preferible unirse al resto de estudiantes desde el inicio o seguir un ciclo de formación continuada? La ANPE, el INJU e incluso el Departamento de Recursos Humanos de tu empresa podrán ayudarte a encontrar una respuesta a todas estas preguntas.
Piensa también en hacer un balance de tus competencias, podría ser de utilidad para tomar decisiones. Y piensa que en todos los casos es preferible optar por enseñanzas diplomadas y reconocidas.
¿Qué posibilidades hay?
-Si trabajas
Puedes acogerte al permiso retribuido de formación para gozar de un permiso laboral que te permita compatibilizar tu jornada con el desarrollo de acciones de formación relacionadas con tu puesto de trabajo.
Hay dos condiciones que debes cumplir:
-Haber trabajado para la empresa, como mínimo, durante un año.
-Obtener el permiso de la empresa para poder disfrutar de este permiso individual.
En estos casos, se trata de formación impartida por la empresa que, como ya hemos mencionado, está estrechamente relacionada con tu puesto de trabajo. Los cursos deberán impartirse, siempre que se pueda, durante la jornada laboral. En caso de que debas acudir fuera de horas de trabajo, éstas deberían descontarse de tus horas.
Si, por el contrario, decides que quieres dejar de trabajar durante un tiempo determinado para ampliar tu formación sin abandonar del todo la empresa, puedes pedir una excedencia. Deberás consultar tu convenio, pero a grandes rasgos:
-Debes haber estado como mínimo un año en la empresa.
-No tendrás derecho a que se te reserve el puesto de trabajo durante tu ausencia; no obstante, tendrás preferencia en el momento en que haya alguna vacante.
-El período de excedencia debe ser de entre 2-5 años.
-El período trabajado entre excedencias debe ser de 4 años.
-Si estás en el paro
Quizás sea el mejor momento para cambiar de rumbo. Al mismo tiempo que cobras el paro, puedes disfrutar de formación exclusiva para parados en instituciones como los Centros Nacionales de Formación Ocupacional (CNFP) o en las Escuelas Taller, Casas de Oficios y Talleres de Empleo (www.inem.es).
-Si eres autónomo o liberal
En estos momentos las ayudas están dirigidas hacia trabajadores, autónomos o no, que se encuentran en el paro. Como trabajador autónomo o liberal en ejercicio hay poca cosa. No obstante, puedes consultar en el Inem o en la Seguridad Social, así como en otras entidades que ofrezcan cursos de formación para trabajadores por cuenta propia.
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Consulta también:
>El desarrollo personal