En un mundo en el que la imagen ha cobrado tanta importancia padecer una enfermedad rara que afecte a nuestro aspecto físico puede convertirse en un auténtico infierno. Así le ocurrió a Jono Lancaster, un joven inglés de 30 años que nació con el Síndrome de Treacher Collins, una mutación genética que afecta al correcto desarrollo de los huesos del cráneo, la mandíbula y las mejillas. Además, puede provocar problemas de visión y audición entre otras dificultades a nivel motriz.
Jono Lancaster ha pasado gran parte de su vida intentando adaptarse a vivir dentro de su propia piel. Desde que sus padres le diesen en adopción apenas 36 horas después de nacer, Jono siempre creció rodeado de complejos y sometido a la discriminación de cuantos pasaban por su vida. A pesar de que él destaca el apoyo de su familia de adopción, con el paso del tiempo fue consciente de que había sufrido bullying a lo largo de toda su vida debido a su aspecto físico.
Un día, Jono decidió cambiar la forma en la que se veía ante el espejo y buscar una forma optimista de convivir con su enfermedad. ¿Su idea? Ayudar a los niños que sufriesen su misma enfermedad en diferentes lugares del mundo para educar y ayudar a prevenir el bullying. Este joven luchador quiere mostrar a los niños el camino para estar orgullosos de su apariencia física y aprender a quererse tal y como son.
De hecho, hace un tiempo la madre de uno de los niños afectados por esta enfermedad contactó con Jono a través de su página de Facebook para pedirle que visitase a su hijo. Hoy, el pequeño Zackery no cree en Superman o Batman porque su verdadero superhéroe es Jono.
Una historia de superación que nos invita a pensar en lo realmente importante y a aprender a ver más allá del aspecto físico. ¿Qué te parece la historia de Jono? ¡No te pierdas su vídeo!
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