Consulta nuestra ficha práctica para limpiar las manchas de alimentos.
Y lee nuestros consejos para acabar con las manchas más difíciles.
Los buenos productos
Estos productos habituales son grandes aliados para acabar con las manchas.
Lejía
Aguarrás
Alcohol de quemar
Harina
Zumo de limón
Jabón de Marsella
Amoníaco
Agua con gas
Talco
Acetona
Agua oxigenada
Papel secante
Cebolla
Éter
Goma
Detergente con agentes blanqueadores
Vinagre blanco
Esponja
Sal
Maicena
Aceite de girasol
Agua mineral
Patata
Leche
Mostaza
Bicarbonato de sosa
Polvo de sosa
Dentífrico
Las reglas de oro
1. Una mancha es más fácil de quitar si se hace rápido.
2. Para quitar una mancha seca de origen desconocido, empieza frotándola con agua fría. Si no desparece, sécala y utiliza un trapo empapado en trementina o bencina. Para mayor precaución, coloca un papel absorbente bajo el tejido a limpiar.
3. Para eliminar las aureolas, coloca el tejido sobre vapor de agua.
4. Las manchas más antiguas en tejido blanco se eliminan con agua oxigenada o lejía.
5. Las manchas más difíciles se quitan con una taza de agua caliente mezclada con dos cucharadas de bicarbonato de sosa.
6. Para algunas manchas aún más resistentes, es preferible dirigirse a un profesional, a una tintorería.
7 En los tejidos blancos, frota las manchas con un cepillo de dientes y dentífrico blanco. Al lavar a mano, es mejor utilizar agua caliente sobre las manchas azucaradas, y fría sobre las manchas de sangre, de leche o saladas.
¿Cuidado con la lejía!
Si cae una gota de lejía sobre un tejido lavable, échale rápidamente unas gotas de agua oxigenada a 10 volúmenes o amoníaco puro. Espera unos minutos y acláralo con agua.
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