Diseñado por la icónica casa francesa Longchamp en 1993, el bolso Pliage fue un "it bag" de nuestra adolescencia, al igual que lo fueron las zapatillas Converse, los vaqueros rotos o las Bensimon. Su popularidad se debía no solo a su diseño elegante, sino también a su comodidad. Con su distintiva forma plegable y su amplia capacidad, se convirtió en un accesorio cotidiano para muchas jóvenes. Este otoño-invierno, el Longchamp Pliage ha regresado con fuerza, recordándonos por qué fue tan popular en su momento.
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La evolución del Longchamp Pliage a lo largo de los años
A lo largo de los años, Longchamp ha sabido reinventar su icónico bolso para mantenerlo fresco y atractivo. Aunque el diseño original se mantiene, el Pliage ha sido reinterpretado en innumerables versiones: desde su característico nailon en colores clásicos como el negro o el beige, hasta ediciones limitadas con estampados exclusivos y colaboraciones con artistas.
Las asas de cuero, un detalle característico del Pliage, también han sido adaptadas a diferentes tipos de piel y tonalidades. Esto ha permitido que el bolso siga siendo un básico para aquellas que buscan una combinación de estilo y comodidad.
Uno de los factores que lo ha mantenido en la cima de la moda durante tanto tiempo es su capacidad para adaptarse a las necesidades diarias. Ligero, resistente y lo suficientemente espacioso como para llevar desde libros hasta ordenadores portátiles, el Pliage sigue siendo el bolso favorito de las mujeres activas y prácticas.