Sara Carbonero e Isabel Jiménez, las “comadres" (como se llaman a sí mismas) han sacado la nueva colección de su marca “Slowlove”. Las dos amigas nos muestran unas prendas de ensueño llenas de brillos y lentejuelas que seguro se agotan de cara a las próximas fiestas.
Look perfecto para Navidad
Un estilo navideño siempre va acompañado de lentejuelas y muchos brillos. Las prendas que nos presentan Carbonero y Jiménez son perfectas para que triunfes sin dejar de ser original en los días que se avecinan.
Las dos amigas y madres del proyecto se presentaron al evento vistiendo prendas que ya podemos comprar porque son de la propia colección. Sara llevaba un vestido blazer negro de lentejuelas acompañado de botas altas. Inspirado en el clásico Little Black Dress con lentejuelas y la elegancia de una chaqueta con hombreras. Se ciñe al cuerpo y queda espectacular. Cuesta 90€.
Isabel Jiménez optó por presentarnos una falda metalizada larga, recta y repleta de lentejuelas doradas para dar efecto metalizado. Lleva una abertura lateral para enseñar pierna y cuesta solo 40€.
La presentación de la colección
Para presentar la colección por todo lo alto, las socias prepararon una divertida fiesta en el madrileño Café Berlín este miércoles 15 de noviembre. Al evento asistieron rostros conocidos como Mónica Cruz o Vanessa Romero. El evento estuvo amenizado por la música del grupo “Colectivo Panamera”, en el que canta Nacho Taboada. Esta actuación confirma que su relación con Sara marcha de maravilla: "No hay mejor ocasión para esta fusión con “Colectivo Panamera” y para celebrar con gente que además nos quiere y nos apoya y que tiene un talento brutal”, confirmaba Sara. El grupo, junto con otros artistas como Valeria Castro y Crystal fighters se han convertido en la banda sonora de Slowlove.
LETTER
Las socias están volcadas en la marca, aunque recuerdan lo duro que fue el inicio: “Ya es una firma reconocida y hemos conseguido que tenga un huequecito dentro del mundo de la moda, que es muy complicado, pero no fue fácil. En 2015 la producción era muy pequeñita, y costó arrancar. Lo hacíamos mucho por hobby porque a nivel rentabilidad era muy complicado”. Además la manchega reveló: “hemos tenido el almacén en la oficina, las cajas apiladas, y no ha sido fácil. Además siempre hemos querido desvincularnos un poco, que no fuera tan evidente que estábamos las dos detrás para que la marca respirara por sí misma, y por eso es todavía más orgullo”.