Si te quedas sin excusas y ya no sabes cómo justificar el hecho de que te estás convirtiendo en una auténtica shopaholic, no te preocupes. Hemos pensado en diez razones para ir de compras que nadie podrá discutirte. Pero antes, por si quieres ir calentando motores para tu jornada de compras, te desvelamos cómo elegir una de las prendas estrella de tu armario según tu cuerpo: los vaqueros.
1. El clásico: "No tengo nada que ponerme"
No importa que tu vestidor sea del tamaño de un campo de fútbol, tú no encuentras nada que te guste. Es así. Pero entonces llega alguien y te dice: ¿Y este vestido? Y tú lo miras sin interés y te dices que está pasado de moda, o que es demasiado corto, o que no te resulta cómodo... Conclusión: Te vas de compras y no te importa que nadie te comprenda. Lo necesitas y punto, no tienes la culpa de que los demás no sepan de tendencias.
"Ok, así que... no tengo nada que ponerme"
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2. Necesito unos zapatos que combinen con todo
Dicho así, suena muy razonable. Así que te vas de compras y vuelves con unos zapatos negros perfectos. Claro que, luego te das cuenta de que tienes otros cuatro pares de zapatos negros igual de perfectos... Bueno, no lo serían tanto si necesitabas otros... ¿O sí? Da igual, son nuevos y te merecías un capricho. Conclusión: Te los compras porque te da la gana.
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3. Necesito algo especial para este sábado
Es posible que tengas un outfit perfecto para cada ocasión. Y cuando decimos "para cada ocasión" hablamos, literalmente de cualquier circunstancia de la vida, incluso la más insospechada, como que la reina de Inglaterra te invite a Buckingham Palace a tomar el té. Pero aún así decides que necesitas un vestido nuevo. Conclusión: quieres que el sábado noche sea especial, y nada de lo que hay en tu armario es lo suficientemente bueno. En realidad, sólo te preocupas porque la noche sea perfecta, si lo piensas es un noble acto de altruismo.
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4. Voy a comprarme una talla menos, esto me motivará con la dieta
Vale, nadie te cree, ni por un segundo. Porque, a lo largo de la historia ¿a alguien le ha funcionado esta estrategia? Conclusión: Decides hacerlo de todas formas para poner a prueba tu fuerza de voluntad... y por llevarle la contraria a los demás. Y si nunca consigues que te sirva, siempre puedes investigar sobre vías alternativas de respiración.
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5. Es un poco caro, pero es un básico que va a durar diez años
Esto es lo que tienes que decirle a tu novio cuando vea la etiqueta y te pregunte si estás loca. Entonces tú le hablarás de lo cuidados que están los detalles, de lo buenos que son los materiales y de cómo a la larga ahorrarás dinero. Él seguirá en un bucle de incomprensión, pensando que has perdido la cabeza. Conclusión: Con tu dinero haces lo que te da la gana, no tienes que darle explicaciones a nadie.
6. He tenido una semana muy dura, me merezco un premio
Y entonces cruzas la puerta de todas esas tiendas que te juraste no pisar durante al menos una semana. Te dices que sólo vas a mirar. Luego piensas que no tiene nada de malo probarte una cosita o dos... Y sí, sales con tres bolsas llenas. Conclusión: No te resistas, es inútil luchar contra el capitalismo. De hecho, contribuyes a revitalizar la economía de tu país. Estás haciendo una buena obra.
"Porque, cuando me voy de tiendas, el mundo es un lugar mejor"
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7. Lo reservaré para una ocasión especial
¿Tiene paillettes, es dorado, tiene volantes, es de terciopelo? Ten cuidado, quizá te haya poseído Beyoncé. Sin embargo, si no es así, puede que hayas encontrado un vestido que te servirá para la próxima boda, para un evento especial -¿cuál?, ¡ni idea!-. Conclusión: Tú guárdalo bien en el fondo del armario y no te olvides de él. Nadie te cree, pero tú sabes que un día cumplirá su función y el resultado será excelente. En realidad eres como una cazatalentos, sólo tú ves su potencial, pero te convertirá en una estrella.
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8. Me lo llevo, y si no ya lo devolveré
No estás segura de si te sienta bien, es un poco caro, tienes uno de un color parecido... ¡Tranquila! La evolución está de tu parte, y las tiendas se adaptan a tu inseguridad: ¡Tienes un mes para devolverlo! Vale, entonces no hay problema. Conclusión: Sabes que no vas a devolverlo. El mes de plazo se te va a pasar volando y te vas a quedar con algo que ni te sirve ni te gusta. Esta vez no tienes excusa, aunque... quizá puedas reutilizar la número 7.
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9. Esa cena de reencuentro con tus compañeros del colegio justifica todo lo que quieras comprar
Sí, porque te está produciendo mucha ansiedad. Las expectativas están muy altas, y tú quieres ser la triunfadora de la noche, ésa a la que todo el mundo dice: "Estás igual, no has cambiado nada" o "Los años no pasan por ti, ¿cómo lo haces?". Conclusión: Se trata de una inversión positiva para tu paz mental. No te lo estás inventando, es prescripción médica.
10. Está a mitad de precio, estarías loca si no aprovecharas la oportunidad
Estás muy contenta. ¡Has encontrado una ganga! Tú, que nunca consigues nada interesante en las rebajas, has dado con el chollo del año. Pero, un momento, ¿vas a ponértelo? Silencio incómodo. Conclusión: ¿Es que no lo has entendido? Ganga, repite conmigo, gan-ga...
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