¿Por qué te quieres tatuar?
Piensa en el motivo por el cual quieres tatuarte. Puede ser porque quieras recordar a alguien, hacer referencia a tu frase favorita o simplemente porque hayas encontrado un diseño que te encanta y con el que quieras decorar una parte de tu cuerpo. Por supuesto, no necesitas un millón de razones para tomar esta decisión, pero sí meditarla lo suficiente para saber que en unos años no te arrepentirás de llevar en tu piel el nombre de tu ex, por ejemplo.
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¿Dónde quieres hacerlo?
Después de decidir el diseño que vas a llevar en tu cuerpo, llega el momento de elegir la zona en la que vas a querer lucirlo. Debes tener en cuenta tres cosas:
- ¿Quieres un diseño grande o pequeño?
- ¿Quieres que esté a la vista de todos o escondido?
- ¿Vas a combinarlo con otros?
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¿Cuánto tiempo tarda en cicatrizar?
Durante el proceso de cicatrización, es importante evitar el sol, las piscinas y el agua de mar. Así, si has decidido tatuarte en mitad de tus vacaciones en tu destino playero, quizás no sea lo más recomendable. Espera a un momento en el que pasar un par de semanas sin tomar el sol o bañarte en la playa no suponga un problema.
¿Quién va a ir contigo al estudio?
Si es la primera vez que te tatúas, tener un rostro conocido a tu lado seguro que te ayuda a calmar los nervios y a ponerte mucho menos tensa.
Cómo escoger o estudio o tatuador
Probablemente esta es la decisión más importante de todas. Si no conoces ningún sitio de confianza investiga, pregunta a tus amigas tatuadas, mira reviews de sitios online e infórmate bien antes de decidirte por un sitio. Piensa que lo barato puede salirte muy muy caro, porque si no cumplen las normas de seguridad o te hacen un mal trabajo te arrepentirás de por vida.
Cada artista tiene un estilo, por lo que comprobar si el estudio elegido tiene cuenta en Instagram, te servirá para hacerte una idea del tipo de diseños que son capaces de hacer.
Presupuesto
Asegúrate de que puedes pagar el tatuaje. Algunos estudios cobran por diseño y otros, por tiempo, lo que significa que no sabrás el precio exacto hasta que la sesión termine.
Por pequeño que sea el tatuaje, hay un precio mínimo a pagar, ya que siempre debes cubrir el gasto de las agujas usadas y de la tinta (además del trabajo del artista, claro).
¿Cuál es tu umbral del dolor?
Puedes preguntar a todas las personas tatuadas que conozcas y seguramente siempre te darán la misma respuesta: el dolor es relativo. Depende mucho de cada persona, y de la parte del cuerpo que elijas para tatuar, así que si ya sabes que no aguantas demasiado bien el dolor, no elijas zonas que ya sabes de antemano que son más sensibles, como las costillas o el interior del brazo.
No estés cerrada a sugerencias
Ve al estudio con una o más fotos de referencia de lo que te quieres tatuar, pero estate abierta a las sugerencias del artista. Algunos detalles quedan maravillosos en el papel, pero pueden no funcionar tan bien en la piel. O puede ser mejor considerar otro lugar para preservar la simetría del dibujo, por ejemplo. Confía en el tatuador, pero no abandones lo que es esencial para ti, no es el momento de ceder si algo no te convence.
Prepárate para despertar la curiosidad de todo el mundo
Dependiendo de lo grande que sea y del sitio donde te lo hagas, mucha gente te preguntará por él. Por su significado, lo que te dolió y el clásico "¿y has pensado en qué pasará cuando seas vieja?". La única a la que le tiene que gustar es a ti, pues es tu cuerpo y eres libre de decorarlo como te plazca.
¡Pregunta, pregunta y pregunta!
Es algo que vas a llevar contigo toda la vida, es normal tener dudas y no pasa nada por preguntar todo lo que quieras saber antes de lanzarte a experimentar con la tinta. Y en el estudio que elijas estarán encantados de responderte. ¡Ellos son los expertos!
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