Cuando compramos zapatos nuevos muchos quedan demasiado ajustados y pueden resultar muy incómodos. Al probarlos en la tienda parece que nos quedan bien, pero al llegar a casa los notamos demasiado apretados. Vamos a repasar una serie de consejos para que tu nueva compra te siente a la perfección.
1. Utiliza medias gruesas y secador. Podemos usar este truco con tacones, zapatos de goma o zapatillas. Ponte las medias más gruesas que tengas y después ponte el calzado que te queda justo. Toma el secador y comienza a aplicar calor por los bordes del modelo para que empiecen a ceder con más facilidad. Mantén el calor durante al menos 5 minutos y camina un tiempo con ellos dentro de casa para que se amolden a tu pie. Puedes repetir el proceso una segunda vez si todavía los sientes un poco apretados. Ten cuidado en no aplicar este truco con zapatos de cuero que se puedan quemar.
2. Hidratar los bordes del calzado. Si tienes miedo de que el material de tus nuevos zapatos se pueda estropear, lo mejor es hidratar los bordes, sobre todo si son de cuero o piel. Toma una crema hidratante adecuada para calzado y frota los bordes con ella. Funciona mejor en zonas como la parte posterior del tendón y la punta. Si quieres que funcione mejor puedes aplicar la crema mientras llevas los zapatos puestos con unas medias gruesas.
3. Usa papel para la punta. Cuando el problema solo está en la punta del zapato te recomendamos tomar papel de periódico. Haz una bolita de papel y ponla dentro del calzado, en la punta de éste. Mételos en una bolsa y ponlos en el frigorífico durante unas 3 horas. Pasado este tiempo tus zapatos serán mucho más cómodos con la punta más holgada.
4. Usa aceite de oliva o alcohol isopropílico. Aplica uno de los líquidos en la parte interior del zapato. Estos líquidos pueden ablandar el material y facilitar el proceso de estiramiento. Después puedes ponerlos con las medias y andar un rato por casa para que se adapten a la forma de tu pie.
5. Alcohol y agua. Otra variación es usar una mezcla de alcohol y agua al 50 %. Pon la mezcla en un pulverizador y rocía el interior de los zapatos. Después, como siempre, haz uso de tus medias y pasea por casa para amoldarlos.
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6. Usa un estirador de zapatos. Aunque no lo creas existen dispositivos diseñados específicamente para este propósito. Puedes encontrarlos en tiendas de calzado o en línea. Si tienes este problema muy a menudo por la forma de tus pies, igual deberías plantearte adquirir uno.