En enfemenino te hemos hablado mucho sobre la sexualidad. Y es que saber disfrutar del sexo hará que tengas relaciones mucho más intensas e íntimas con tu pareja, y sobre todo, te ayudará a ser más feliz. Hoy, precisamente, queremos hablarte del que es a veces un gran desconocido para muchas de nosotras: el pene. Sabemos que los hay más grandes y más pequeños o que pueden tener diferentes formas, pero, ¿sabes bien cómo manejar un pene? Porque no querrás hacerle daño...
Después de una cita perfecta, es posible que quieras pasar a la acción con tu chico, pero si no te consideras una experta en la materia, igual te echa para atrás la idea de verle desnudo y no saber reaccionar. No pasa nada si no quieres, pero si realmente es una falta de confianza, te vamos a contar 10 cosas que nunca debes hacer a un pene para tener el encuentro sexual perfecto: ¡grábatelo en la mente!
1. No le tengas miedo
Este es el mejor consejo que podemos darte. Algunas mujeres tienen miedo de agarrar el pene porque creen que pueden hacerle daño o incluso por vergüenza y prefieren, simplemente, tocarlo por encima. Pues bien, aunque hay que tener cuidado, ¡puedes tocarlo y jugar con él apasionadamente! La confianza en ti misma es importantísima para mantener relaciones sexuales satisfactorias. Así que coge su pene con confianza y sin miedo a parecer demasiado atrevida. Si ya habéis llegado al punto de estar desnudos, será porque ambos estáis deseando tocaros y abrazaros. ¡Fuera tapujos!
2. No utilices solo el dedo índice y pulgar
Cómo decíamos, la vergüenza no se lleva muy bien con la satisfacción sexual. Una vez que agarres el pene erecto o no a tu chico, no lo hagas solo con el dedo índice y pulgar: ¡utiliza toda la mano! Es cierto que dependiendo del tamaño del pene será más fácil o menos agarrarlo con la mano entera, pero si sus medidas son normales, a él le gustará mucho más que uses toda la mano, ya que el placer es mucho mayor al hacer presión en más zonas de su pene. Aquí te dejamos unos cuantos consejos extra sobre cómo masturbar a un hombre.
3. No a los dientes, sí a la lengua
Este punto es bastante obvio, ¿no? ¿Sabes el gesto que haces al extenderte el pintalabios, cuando frotas tus labios y escondes los dientes? Pues si vas a practicarle una felación, coloca los labios más o menos así pero con la boca abierta, con los labios escondiendo los dientes. Tu dentadura no tiene que tocar en ningún momento el pene, es una zona muy sensible y puedes hacerle daño. Partiendo de esto da rienda suelta a tu imaginación y utiliza diferentes técnicas para que disfrute al máximo.
4. No te asustes con su forma
Cuando ves el pene de tu pareja por primera vez, no siempre va a ser como lo imaginas. De hecho, es bastante raro que sea como te imaginas. Puede estar circuncidado o no, ser más ancho o más estrecho, medir más o menos centímetros y puede tener algunas de estas formas:
Todo esto hace que no haya dos penes iguales y, por lo tanto, no te pienses que todos van a tener la clásica forma que tenemos en mente o la forma y longitud que tenía el pene de tu ex. Pero si su miembro es más pequeño de lo que esperabas, muy curvo o tiene un glande muy grande, por ejemplo, no debes preocuparte, ¡es normal! Con cada forma o tipo de pene hay posturas óptimas que te harán disfrutar igual, solo tienes que conocerlas.
5. No te frotes contra él
Si estás tumbada sobre él a horcajadas besándole y no te está penetrando en ese momento, presta atención a dónde se encuentra su pene. Frotar tu cuerpo contra él si no está bien lubricado puede hacerle daño e incluso alguna herida. En este punto también hay que tener en cuenta que hay penes que durante la erección lubrican más de forma natural, y por lo tanto son más flexibles y hay otros que no lubrican y, al mantenerse secos, son más dados a tirones. Para que un pene lubrique de forma natural y expulse líquido preseminal, unos buenos preliminares pueden ser de mucha ayuda. Si no, un lubricante artificial también es una gran opción.
6. No le masturbes dentro del pantalón
No lo hagas porque la fricción de la tela del pantalón con el glande le puede hacer daño. Si metes la mano por el pantalón en un arrebato de pasión, saca su pene con cuidado del calzoncillo y déjalo al aire. ¡Mucho más cómodo!
7. Ni estires ni aprietes demasiado
Cuando le vayas a masturbar, tienes que hacerlo de forma natural. Baja hasta el final pero sin estirar demasiado, pues puedes dar un tirón en el frenillo. Por otro lado, a la mayoría de los hombres les gusta que les aprieten el pene erecto al masturbarles pues la fricción en ese caso es sinónimo de placer, pero tampoco lo machaques con demasiada fuerza. ¡Mide la intensidad! Y si tienes dudas, aquí lo mejor es que le digas que se masturbe él mismo delante de ti, así podrás ver cómo se lo hace él y podrás aprender el método que más le gusta.
8. No le eches aceites corporales a lo loco
Si tienes algún aceite con el que quieras hacerle un masaje, mucho cuidado si lo vas a emplear en el pene: podría llegar a irritarle o escocerle. Ten en cuenta que el pene es una zona muy sensible, y si quieres hacer algún masaje erótico, lo mejor es un lubricante apropiado para ello, que puedes comprar en algún sex shop, en alguna farmacia o en algún supermercado.
9. No frotes el glande
Otro punto importante: no frotes el glande con el dedo o la mano si no está perfectamente lubricado. Incluso cuando esté lubricado por saliva, líquido preseminal o lubricante, a algunos hombres les resulta insoportable que le froten esa zona, donde la línea entre el placer y las cosquillas es muy muy delgada. Lo mejor que puedes hacer, es probar ligeramente y ver su reacción. Y ojo, mucho cuidado en este punto con la manicura, las uñas largas no son buenas amigas del glande.
10. No lo introduzcas de cualquier manera
En el momento de pasar a la penetración, debes que tener en cuenta que no solo te puede hacer daño a ti si introduces el pene de forma brusca en la vagina: ¡también se puede hacer daño él! Y esto sucede especialmente en el sexo anal. Por eso ten cuidado si decides tomar las riendas e introducirte el pene de forma rápida y apasionada. Hazlo despacio, al menos las primeras veces, y luego acelera el ritmo y la intensidad a vuestro gusto. En el caso del sexo anal, los lubricantes y los preliminares como el annilingus os ayudarán a dilatar la zona y a que la relación sexual sea totalmente placentera para los dos.
Posturas para todos los gustos (y tipos de penes)
La teoría es muy fácil, ¡pero ahora tienes que pasar a la práctica! Con estos consejos para saber qué no hacer con un pene, y sobre todo con la compenetración, el cariño y la complicidad de tu chico, seguro que conseguís grandes cosas juntos en la cama. Aquí os dejamos unas cuantas posturas del Kamasutra para que os motivéis más todavía... ¡Que estalle la pasión!
Y si la pasión estalla en cualquier otro lado que no sea en vuestra casa, aquí os dejamos también unas cuantas ideas para practicar sexo en el coche... ¡A disfrutar!
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