El amor, casi siempre, es más complicado de lo que parece. Y es que no hay reglas exactas cuando se trata del corazón. Porque dicen que, cuando estás enamorada, simplemente lo sabes. Pues, si no lo sabes es que no lo estás. Pero a veces no es tan fácil interpretar los pensamientos hacia otra persona y nos terminamos confundiendo. Si ni siquiera lo tienen claro en muchas de las películas de amor más bonitas del cine, ¿cómo lo vamos a saber al 100% los simples mortales? ¿Cómo saber si estoy enamorada?
1. Imaginas un futuro juntos
Piensas:
- En una hipoteca a interés fijo,
- En el nombre de vuestra mascota,
- En conocer a sus padres,
- En el equipo de baseball al que apuntarás a tu hijo,
- En los ahorros para llevarle a la mejor universidad del país
... y no te da por salir corriendo. Tus hormonas están viviendo el sueño americano y todo está bien con ello.
2. Te acuestas y te levantas pensando en él
Es el topicazo, pero es así. De repente te sorprendes apartando a Jamie Dornan y a Ryan Gosling de tus últimos pensamientos antes de dormir y aparece él. Y solo él. Y si por las mañanas lo primero que haces es mirar el móvil esperando un mensaje suyo dándote los "buenos días princesa", ya no hay duda, ¡es amor!
3. Buscas excusas para hablar con él
El más mínimo detalle de tu vida te parece motivo de peso suficiente como para que lo sepa. Aunque tengáis una charla de lo más trivial por Whatsapp o Facebook sobre el tiempo, a ti te parece lo más trascendental que te ha pasado hace meses. Tu objetivo ahí es hacer lo imposible por alargar esa conversación y poder hablar con él infinitamente. Y eso es un ejercicio psicológico más difícil que ver Interestellar y enterarte de todo.
4. Tu imaginación se dispara
De repente, sin saber muy bien cómo, él es tu pensamiento más recurrente del día:
- Vas de compras y te lo imaginas con algún jersey bonito que descubres.
- Ves a una pareja de la mano y te gustaría estar en ese lugar.
- Ves un precioso beso de película y te imaginas haciendo lo mismo, con banda sonora y gente aplaudiendo de fondo.
5. Le miras fijamente de forma furtiva
Te conviertes en una ninja de las miradas de reojo. Te gusta observarle sin que se dé cuenta. Te hace feliz que él te mire a ti a pesar de que eso te pone extremadamente nerviosa.
6. Te fascina su forma de ser
Eres su belieber, su one directioner, su selenator. Su fan número 1. Te gusta su forma de ser y tu mirada lo dice. En las primeras etapas del enamoramiento, es complicado encontrar defectos porque todo te parece bien de él. Pero, cuando pasa esa fase incluso sus fallos o complejos te siguen pareciendo monos. Es ahí cuando descubres que lo amas.
7. Sientes pánico al imaginar tu vida sin él
De repente, la vida sin él te parece más peligrosa que una boda en Juego de Tronos. Aunque suene extraño te sientes protegida entre sus brazos o simplemente hablando con él. En el fondo sabes que podrías vivir sin él, pero no quieres.
8. A su lado te sientes una superheroína
No te cuesta hacer regalos laboriosos ni planes en los que no te imaginabas antes para nada porque harías cualquier cosa por él. ¡Incluso ponerte un pavo en la cabeza!
9. Lo vuestro ha surgido poco a poco
Puede que al principio ni siquiera te gustara demasiado o no te imaginaras con él, pero al conocerle fuiste cambiando totalmente de percepción. Y es que más que flechazos, tu sentimiento ha ido madurando y creciendo poco a poco.
10. No tienes miedo de que el mundo sepa lo que sientes por él
Tú, que siempre has renegado de los grandes actos de amor en público, ahora podrías protagonizar una flashmob en plena Puerta del Sol con con los muñecos gigantes de Dora la Exploradora y Bob Esponja para decirle que le quieres en 100 idiomas diferentes.
11. Le imaginas en cualquier momento y te hace sonreír
Ya sea cuando piensas en él bostezando, comiendo o sonándose la nariz. Te parece todo dulce, puro y verdadero. ¡Y divertido!
12. Es tu prioridad por encima incluso de ti misma
Siempre quieres saber lo que pasa en su vida. Te preocupas por saber qué tal está, qué hace, si tiene algún problema o cuándo podéis encontrar un hueco para veros. Se ha convertido un poco en el centro de tu vida, ¡es el sol de tu vida! Eso sí, aviso a navegantes: tiene que ser recíproco.
13. Te sientes torpe
Al principio del enamoramiento, estás tan pendiente de que todo sea perfecto que te sientes ridículamente torpe:
- Te tropiezas más,
- Tus manos parecen tener vida propia, nunca te obedecen y lo tiran todo,
- Crees que cualquier situación es embarazosa para ti...
14. Te da morbo
Por el contrario, él es como un Adonis para ti. Ya puede llevar chanclas con calcetines que tú pensarás que es el chico más sexy del mundo. Es más, querrás a todas horas besarle, abrazarle o hacer el amor con él. De hecho, tu imaginación se dispara hasta tal punto que pensarás que si te acerca a casa es porque quiere en realidad que pase todo esto en el coche...
15. Terminas sintiendo que es tu mejor amigo
Cuando la relación avance y todos los puntos anteriores se hayan cumplido, llegará la guinda del pastel. Este es el punto definitivo y más bonito. Porque sabes verdaderamente que estás enamorada cuando le ves a él como tu mejor amigo y tu mayor confidente, la persona con la que puedes hablar de lo que sea con total honestidad y confianza y que te ve a ti de la misma manera. Es entonces cuando sabes, sin ningún tipo de duda, que te has enamorado. Enhorabuena, ¡disfruta de tu cóctel de hormonas!
Y no te pierdas este vídeo de cómo actúa una mujer perdidamente enamorada. Si te sientes identificada, ¡ya no hay duda de que Cupido ha llamado a tu puerta!
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