- · El sobón
- · El egocéntrico
- · El freak
- · El empalagoso
- · El pesado
- · El machote
- · El niño de mamá
- · El fantasma
- · El descuidado
- · El guaperas
Antes de disfrutar del amor es necesario superar una barrera: la primera cita. No estás del todo segura, y no sabes del todo cómo es él, ni si será apropiado para ti. Es difícil saber si una relación prosperará o no con una sola cita, pero si por casualidad en una de ellas te topas con alguno de estos tipos de hombres, será mejor que abandones cualquier idea romántica... ¿Sabes identificarlos? ¿Y sobre todo, sabes cómo debería ser tu pareja ideal?
1. El sobón
Te encuentras con él en el cine o en el teatro y, como de noche todos los gatos son pardos, en cuanto las luces se apagan, entra en acción. Ya tiene su objetivo fijado en tus rodillas y, de pronto, te planta la mano encima. Incluso antes de que terminen los trailers, ya te sientes incómoda y con ganas de salir de allí. Para este tipo de hombres cualquier situación es buena para intentar meter mano. ¿Más formas de reconocerlos? Si les rechazas te dirán que no pueden resistirse a tus encantos, luego se ofenderán y después no tardarán en buscar una nueva compañía. ¡Pues adiós!
2. El egocéntrico
Yo, yo, yo y después...yo. Por desgracia este tipo de hombres está muy extendido. Cree que es el ombligo del mundo y que te impresionará y logrará llevarte a su terreno si se pone a hablar de todas sus cualidades y virtudes. Dicen que hay que quererse a uno mismo antes de querer a alguien más, pero su ego es de proporciones biblícas y no deja espacio para nada más. Él se considera un espectáculo, y tú eres su público. ¿Un consejo? Sal pitando si te topas con alguien así.
¿Cuando va a dejar de hablar de sí mismo?
3. El freak
Si tu también tienes algo de freak puede que lleguéis a congeniar, si no... huye. Este tipo de hombres prefieren una televisión, una partida de videojuegos o un ordenador con conexión a internet en vez de una buena conversación. Suelen tener ideas disparatadas y aunque intentes pensar que no es un bicho raro, sus planes no terminarán de convencerte. Hazte a la idea de que si sales con alguien así, serás un mero entretenimiento para él.
4. El empalagoso
¿No quieres sufrir una subida de azúcar? Entonces evita a este tipo de hombres. Mensajes de buenas noches a las 22:00, llamadas para despertarte a las 8:00, whatsapps cada 10 minutos para preguntarte qué haces, incapaz de estar solo unas horas, sobón a tiempo completo... Si eres una mujer independiente a la que le gusta que respeten su espacio e intimidad, este tipo de comportamiento te parecerá infantil y te agobiará a la primera de cambio. ¡Por favor, un poco de madurez!
¡Argh, pero déjame en paz!
5. El pesado
El pesado lo es tanto como el empalagoso, pero en otro sentido aun más desesperante. Es guapísimo y se sabe vestir muy bien. Además conoce los nuevos locales de moda de la ciudad, estudia una carrera muy interesante o tiene un trabajo de ensueño. Maravilloso, piensas tú. Sin embargo, de lo interesante que parecía este tipo, no queda nada. Habla poco, y cuando lo hace, se extiende hasta conseguir ser una gran ayuda para conciliar el sueño. Aunque no lo parezca por fuera, este hombre es mortalmente aburrido. Un falso ataque de migraña te ayudará a salir de esta situación.
6. El machote
Se ha hablado y escrito mucho sobre esta ridícula especie de hombre. Sin embargo, hay mujeres a las que todavía les atrae la personalidad impregnada de testosterona de estos individuos. Él es el macho alfa de la manada y está dispuesto a protegerte de camareros, porteros y demás peligros de la noche... Él pide la comida, el paga y él te lleva a casa. Y ten cuidado de no herir su ego... Si te apetece hablar por ti misma, estás harta de los micromachismos del día a día o simplemente te resulta molesto que te traten como alguien sin poder de decisión, entonces es mejor que no trates con hombres así. ¡Evitarás frustraciones!
Demasiada testosterona por hoy
7. El niño de mamá
Vale que los chicos familiares suelen ser un encanto... pero sin abusar. El niño de mamá vive todavía con su madre y lleva puestos los jerseys que ella le ha elegido. Debes saber que sin su consentimiento no habría salido contigo, y además, si quieres llegar más lejos, deberás pasar el examen materno. Si en la primera cita ya te ha insinuado o directamente te ha hablado de presentarte a su madre, enciende la alarma. Lo que necesitas es un hombre que decida sobre su propio corazón y no necesite la bendición de su madre para hacer las cosas.
8. El fantasma
Es el tipo de hombre que tiene dinero y aprovecha cualquier momento para manifestarlo. O el que no lo tiene, pero actúa cómo si lo tuviera para fardar ante ti y ante sus amigos. También es reconocible por su tendencia a exagerar sus logros y a minimizar (u obviar, si se precia) sus fracasos. Este tipo de hombres no encajará con una mujer que sepa imponerse, dado que este comportamiento le parecerá bochornoso. Tampoco congeniará con una persona que odie la chulería y las mentiras, así que si lo que buscas es un hombre sencillo que lo mejor que pueda ofrecerte sea su cariño y comprensión, olvídate de los hombres fantasma.
¿Hay algo en lo que no sea bueno? Si tu supieras...
9. El descuidado
Puede hacer calor, se puede sudar, se puede ser un poco desordenado... Sin embargo esto no es una excusa para olvidarse del desodorante, lucir enormes manchas de sudor en todas las camisetas o dejar los calcetines sucios en medio de la habitación. Si hicieran un esfuerzo, a estos hombres se les podría perdonar el sudor, pero, ante unos pantalones ajados, unas camisas malolientes y un pelo grasiento, ¡mejor salir huyendo! No querrás a alguien que te desagrade a tu lado, ¿no?
10. El guaperas
Estos hombres también pueden ser egocéntricos y machotes, porque comparten rasgos. Suelen estar en las fiestas con cara de poco interés mientras una comitiva de mujeres está fijándose en él, y se pasea por la habitación intentando llamar la atención de todo el mundo. Es atractivo y lo sabe, y por eso se siente superior y en control de la situación. Estos hombres no suelen valorar demasiado a la mujer que tienen al lado, porque al fin y al cabo, podrían estar con cualquier otra. ¿Conclusión? No merece la pena.
Puede que también te preguntes cómo te comportas tú en las citas, o por qué siempre terminas cruzándote con el mismo tipo de hombres... ¿Te has parado a pensar que según tu forma de ser y tu comportamiento puedes atraer a un hombre u a otro?
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