Hoy en día, a la hora de decantarse por un perfume u otro, el consumidor quiere verse reflejado en la persona que se lo está vendiendo, y no hablamos de dependientas o vendedoras, sino de la persona que aparece en el anuncio, sea una estrella del celuloide, un cantante famoso o anónimos viandantes. La industria ha captado ese mensaje y lo eleva a la máxima potencia, contratando un tipo de modelo muy significativo cuyo perfil sería el siguiente: persona de éxito, con personalidad arrolladora y grandes dosis de cercanía.
© Gucci
Celebrities o desconocidos bajo un denominador común: la empatía con el consumidor
Isabella Rosellini fue la primera cara asociada a un producto, pero hoy en día la implicación de la modelo se ha intensificado y quienes prestan su imagen se convierten en “Embajadoras de la marca”. En cuanto a los hombres, la cercanía también es el reclamo para que las filosofías de marca cobren vida, pero en el caso de las fragancias masculinas, las caras que más venden no son las de actores y cantantes famosos, sino los deportistas profesionales y los modelos de aspecto atlético, pues ellos son el reflejo en el que se mira el hombre actual.
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