La originalidad es una de las máximas de este fotógrafo residente en Miami. La belleza del medio ambiente marino puede convertirse en el estudio de fotografía perfecto para recordar uno de los días más especiales en la vida de cualquiera de nosotros: nuestra boda.La carencia de peso hace posible jugar con las texturas del vestido, aportándole vida. Adam Opris transforma a las novias en sirenas sin perder su elegancia.
¿Cómo surgió la idea de las 'novias sirena'?
Adam Opris creció cerca del océano y siempre ha tenido especial curiosidad por las fotos realizadas bajo el agua, destacando aquellas que mostraban arrecifes, peces y demás especies marinas. Tras ver grandes imágenes de surfistas y buceadores procedentes de diferentes partes del mundo, Opris supo que tenía que sumergir a sus clientes. "Me compré una carcasa Ikelite (un accesorio para que la cámara pueda sumergirse) y me interesé por conocer todo lo que implicaba utilizar una cámara bajo el agua. Tras realizar varias pruebas y sesiones de seguridad, fotografié a algunos niños y mujeres embarazadas debajo del agua. En aquel momento pensé que, ya que soy fotógrafo nupcial, había llegado el momento de hacer una sesión de este tipo a mis novias. Había llegado la hora de sacar sus vestidos de novia del armario y crear una obra de arte", asegura el fotógrafo.
Tras fotografiar a la primera novia, Opris se quedó hipnotizado de inmediato al ver las posibilidades que ofrecía un vestido de novia sumergido bajo el agua. Comenzó las pruebas en una piscina y tras realizar varias sesiones se decidió a dar el paso. "Me encontré con un grupo de buceadores dispuestos a sumergirse 30 pies en una zona de arrecifes situada en los Cayos de la Florida, ataviados con vestidos de novia y esmoquin", cuenta Opris.
Con todo un equipo de buzos de seguridad y meses de planificación, se centraron en una gran variedad de moda nupcial en las profundidades del océano. ¿Y tú? ¿Te atreverías a hacer algo así? ¡El resultado es precioso!
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