Antes de la boda lo mejor es realizar una sesión fotográfica que te servirá de oportunidad para conocer su manera de trabajar y donde podrás relajarte ante el objetivo de la cámara. Además, es un buen momento para que decidas cómo quieres las fotografías el día de la boda y aclarar todos los detalles correspondientes.
En el día de la boda, el fotógrafo debe ser como un observador discreto que captará cada detalle... El conjunto de imágenes tomadas será el testimonio del gran día, desde los nervios y la tensión previos, hasta la alegría y diversión del baile.
Al volver de la luna de miel las fotografías estarán listas para visualizar. Con los consejos del fotógrafo podrás escoger las imágenes más destacadas, que se convertirán en un único y elegante álbum confeccionado a mano. Lo mejor es que te pongáis en contacto con el que hayas elegido y te dejes llevar por su profesionalidad y buen hacer..
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Direcciones secretas: Elia Sills - El Escorial, Madrid
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