Tras servir diez meses en Afganistán, el veterano Joey Johnson regresó a su su casa en Fishers, Indiana. Sin embargo, poco tiempo después, sufrió un horrible accidente de moto en 2012 que le provocó una lesión incurable en su médula espinal. Por entonces hacía cuatro meses que había conocido a Michelle en un concierto. Aún así, pese a su corta relación, ella no dudó en permanecer a su lado en el peor momentos de su vida.
¿Quién dijo que fuese imposible?
Contra todo impedimento, Joey y Michelle contrajeron matrimonio en una ceremonia muy emotiva. Lo que nadie esperaba era la sorpresa que tenía preparada el novio, que pidió a la madre de Michelle que se la llevara un momento a la suite nupcial. Con ayuda de sus amigos, Johnson construyó un sistema de arneses, cuerdas y poleas sujetos al techo, de manera que le permitieran levantarse de su silla de ruedas y recibir a su ya mujer con los brazos abiertos.
El escenario no podía ser mejor, en medio de un salón repleto de invitados y familiares con sus ojos bañados en lágrimas, Joey cumplió su deseo de levantarse, abrazar a su esposa y bailar con ella la canción elegida por ambos para el baile nupcial. “Cuando Michelle entró en el salón, estaba tranquila", asegura Jennifer Davis, fotógrafa de la boda. "Ella no tenía ni idea de lo que se estaba tramando. Fue entonces, cuando vio a Joey de pie, se le formó una enorme sonrisa que más tarde acompañó con lágrimas. Fue muy emocionante para todos”.
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