¿Sigues traumatizada por el reportaje fotográfico de tu primera comunión? ¿Asocias una sesión de fotos a poses imposibles y “espontáneas” miradas al infinito? Si no quieres que los recuerdos del día de tu boda queden reducidos a unos cuantos documentos gráficos hieráticos y empalagosos, más te vale buscar a un buen profesional, o acabarás envuelta en una suerte de manos entrelazadas y tonos marfil.
Queremos ayudarte en la ardua tarea de elegir al mejor fotógrafo para el día de tu boda, así que: tres, dos, uno… Say cheeeeese!
Lo primero y más fundamental: nada de confiar en la destreza fotográfica de ese cuñado tuyo que hizo un curso de fotografía en el 93´ o de la amiga de turno que tiene un Instagram llenito de fotos bonitas a base de filtro Valencia. Siempre, y digo SIEMPRE, debes recurrir a profesionales especializados en bodas. Cuando revises tus fotos dentro de unos años lo agradecerás.
Claves a tener en cuenta
La comunicación con vuestro fotógrafo es fundamental. Revisad su porfolio, hablad con ellos e intentad que haya buena química entre todos. Las chicas de Volvoreta Bodas y el dúo de Retrato de un Instante lo tienen claro: les gusta romper las formalidades y entablar amistad con los novios. El buen feeling se plasma en el resultado final de su trabajo.
Si quieres que tu álbum no se reduzca al beso del sí quiero y al momento lluvia de pétalos de la salida, opta la originalidad de los espacios abiertos. Ofrecen mil y un posibilidades para hacer fotos espectaculares. Profesionales como Le Marriage Crèatif o People Producciones buscan con mimo sus localizaciones y consiguen fotografías dignas de portada de revista.
Y hablando de revistas: si lo que os gustan son las fotos al estilo de una editorial de moda, confiad en Encarnación Campanario, una apasionada de la moda influenciada por los grandes diseñadores. Sino, podéis recurrir a clásicos como Jean Marc Manson o Jose Villa.
Es importante pactar con tu fotógrafo los derechos de imagen, qué momentos del día queréis incluir y hasta qué hora trabajarán en la celebración. La tendencia actual son las sesiones pre y post boda. Los nervios y la emoción de los preparativos previos a la ceremonia pueden dar lugar a momentos muy especiales que merece la pena captar. La consolidada fotógrafa Beatriz Goiri lo sabe y le gusta acompañar a los novios hasta su despedida.
Regla de oro: Nada de posados artificiales ni sonrisas forzadas, apuesta por la naturalidad. La estudiada improvisación de Bibiana Fierro o las veteranas de Click 10 consiguen fotografías espontáneas sin renunciar a una estética cuidada.
Tanto las chicas de Días de Vino y Rosas como Pelayo Lacazette tienen ese "algo" innato que les hace especiales. Se reconocen devoradores de música, libros y películas y esa forma de ver el mundo la plasman a través de su objetivo.
El toque nostálgico lo ponen la cámara analógica de Paz Guillén y el filtro inconfundible de Elena Bau. No se debe abusar del retoque, del manido color sepia o del socorrido blanco y negro.
Y si lo que quieres es innovar apuesta por hacer del día de tu boda un minifilm. Confía en especialistas de vídeo como Ensu o Instantánea & Tomaprimera.
Un buen fotógrafo de bodas ha de tener una sensibilidad especial para entender la importancia de los pequeños detalles y capturar los momentos más emotivos en imágenes que hablen por sí solas. Así que ponte en sus manos y disfruta de tu día B.
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