Toni Cantó asegura que tiene poca vida social, pero lo cierto es que uno de los políticos a los que menos le cuesta enfrentarse a los micrófonos de los periodistas. Este miércoles tenía una cita en el Hotel Palace para la copa de Navidad de la Asociación de Periodistas Parlamentarios. A unos metros se celebraba la entrega de los premios Mujer Hoy, y el político no dudó en posar en el photocall.
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¿Qué busca Toni Cantó en una mujer? "Que sea independiente, con la cabeza muy bien amueblada y, sobre todo, con mucho sentido del humor", confiesa el político. "Me cuesta encontrar en general pero porque tengo muy poca vida social. Estoy todo el día encerrado", asegura.
El político dejó el mundo de la interpretación por subirse a las maderas del Parlamento. Y, aunque eso no gustó a muchos compañeros del Congreso, finalmente ha conseguido hacerse un hueco entre políticos. "La interpretación aparcada temporalmente. El año que viene espero dirigir un texto que he escrito y, al menos, quitarme el mono", asegura. "Yo siempre he dicho que esto es una aventura temporal y que seguiré el tiempo que crea en ello y me lo pase bien".
¿Y qué le llegó a Cantó a meterse en este mundo de fieras? "No es tanto la política como el momento político. Yo creo que hay una queja generalizada de que las cosas están muy mal y que hay que cambiar de gobernantes. Para cambiar de gobernantes tenemos que ser los de la calle los que nos volquemos. En un grupo pequeño como el mío el trabajo se reparte entre cinco y yo soy responsable de ocho comisiones parlamentarias", declara Cantó.
"Yo creo que hay poca cultura en este país. En otros países se ve muy normal que gente de la sociedad civil pueda entrar en política y salir. Aquí había un grupo muy determinado de gente única que practicaba la política, pero yo creo que eso está cambiando afortunadamente", contesta el político cuando se le pregunta por la recepción que tuvo entre los compañeros su intención de meterse en política.
Para el 2015, Cantó pide "quedarse como estoy". "Si cae una mujer sería la leche", responde entre risas. "¿Existe la erótica del poder? "Yo no la he probado. Y conmigo tampoco", contesta.
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