Eran ya 7 años de relación, y aunque se sabía que ambos tenían planes de boda, Isco Alarcón y Sara Sálamo no habían comunicado detalles. El futbolista había pedido matrimonio a la actriz meses atrás, pero no habían trascendido noticias de cuándo o dónde se celebraría la ceremonia.
Lo cierto es que no se esperaba que fuese este verano, ya que con la gran temporada realizada por Isco en el Betis, lo previsible era que hubiese incluido su nombre en la lista de seleccionados a la Eurocopa. Pero una lesión inoportuna ha frustrado esa posibilidad, y tal vez ha hecho que los acontecimientos se hayan precipitado. De una manera o de otra, Isco y Sara son ya marido y mujer.
El curioso look del novio
Las primeras imágenes de la boda han sido publicadas por los propios protagonistas en sus redes sociales. Y al verlas, uno de los primeros detalles que llaman la atención es el look de Isco, quien, además de un atrevido peinado de trenzas, combinó su smoking con unas zapatillas deportivas de color blanco.
Para completar el inusual outfit, señalar que Isco acudió a la ceremonia apoyado en una muleta, ya que todavía se encuentra en proceso de recuperación de la operación sufrida recientemente, en la que fue intervenido de una fractura de peroné.
LETTER
Una historia con final feliz
Aunque Isco milita actualmente en las filas del Real Betis Balompié, fue durante su estancia en el Real Madrid cuando conoció a la que ahora es su mujer. Tras un primer contacto vía Instagram, ambos coincidieron en una discoteca de la capital y la relación se inició poco después.
En todo este tiempo han sucedido muchas cosas. La salida de Isco del Real Madrid parecía que marcaba el declive de su carrera futbolística, pero afortunadamente no ha sido así y el malagueño ha vuelto con fuerza al primer plano de la actualidad, recuperando el protagonismo que tenía antaño, cuando fue uno de los pilares de la selección nacional.
Además, su relación con la actriz Sara Sálamo ha dado como fruto la llegada de dos hijos, que unidos al que ya tenía Isco de una relación previa, conforman una familia feliz. Su boda es la guinda final a esta historia tan bonita que ambos llevan viviendo siete años. Y es que, como ellos mismos declaran: “Seguimos viviendo en una burbuja”. ¡Enhorabuena a los tortolitos!