Raquel del Rosario y Pedro Castro son marido y mujer. Para sorpresa de muchos, la pareja decidió ayer por la tarde noche hacer público su compromiso a través de Instagram 15 días después de haberse dado el "sí, quiero". "Quiero compartir con todos ustedes uno de los momentos más especiales y felices de mi vida.
FELIZ de comenzar esta nueva aventura junto a mi marido @pedrocastro1" señalaba la cantante en su red social acompañándolo de una precioso instantánea de su boda.
Un enlace secreto en los que sólo estuvieron los dos grandes protagonistas: los novios. Ni familiares ni amigos asistieron a esta boda celebrada en Big Sur (California) el pasado lunes 21 de Octubre. Una decisión que, como explica la propia cantante en su blog, la pareja tuvo clara desde el primer momento. “Pedro y yo hemos decidido unirnos aún más en una íntima y especial ceremonia. Siempre he pensado que una boda debe de ser una celebración acorde a la personalidad de cada uno, y los dos lo tuvimos claro desde el principio: “solos tú y yo”
La canaria optó por un diseño muy bohemio de la firma YolanCris anudado al cuello y de encaje blanco. "Tenía claro que quería algo con aires bohemios. No hizo falta darle muchas vueltas ni diseñar un vestido específico para mi, cuando vi éste lo tuve claro, ya no pude mirar ningún otro ¡era perfecto!" destacaba Raquel en su blog "Planeta Particular". Un vestido que combinó con una original banda en el pelo de la misma firma y un ramo de flores silvestres creado por ella misma el día anterior al enlace.
El fotógrafo y productor Pedro Castro, lucía un traje marrón con chaleco rojo y una divertida pajarita de cuadros todo de la firma Lander Urquijo. Él, a diferencia dela cantante, subía una divertida foto de la pareja mostrando sus anillos de compromiso en la misma red social con este mensaje: "Cuando miramos dentro de nuestros mayores miedos con el corazón abierto descubrimos el oro más preciado que poseemos y, entonces, nos hacemos ricos de verdad".
Un año y medio de amor que ambos han decidido sellar con este íntimo enlace. Una experiencia que, aunque única, ambos ya habían vivido con sus anteriores parejas.
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