Rania, definitivamente, no es una reina como las demás. Lejos de ser cautelosa con su vida privada- como casi exige nuestra princesa Letizia- a sus 43 años parece haberse convertido en una adicta a las redes sociales. Además de Twitter, donde publica varias veces al día, Rania muestra en Instagram- creado el diciembre pasado-su lado más personal y familiar. Sus seguidores son numerosos y relevantes. ¡Hasta modelos como Bar Refaeli siguen a la guapa jordana en su día a día!
De hecho, uno puede ver Rania rodeada de sus hijos, jugando en la nieve o montando en quads en su jardín. Naturalmente, la cuenta de la esposa del rey Abdullah II de Jordania en Instagram no sólo está llena de fotos suyas tocando la guitarra con su hija o llevando a su hijo a la escuela, sino que utiliza esta red como un medio de comunicación más y no duda en compartir fotos de su labor humanitaria, sus apariciones públicas y, por supuesto, las de su marido.
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Para el resto de los mortales, estas fotos son simplemente las de una esposa y una madre, pero lo cierto es que esta es la primera vez que una reina muestra con tanta transparencia su vida privada. Aun así tanta transparencia no es casualidad. Después de que Rania de Jordania fuese duramente criticada por su pueblo al lucir trajes tan lujosos en un momento tan difícil, decidió desaparecer una temporada y evitar cualquier tipo de aparición pública. Tras los cambios de estilo - igual de elegantes y maravillosos pero más controlados- y una imagen más personal y humana, Rania vuelve a triunfar. ¿Imagináis a Letizia haciendo algo parecido?