El pasado miércoles, los reyes de Holanda acudieron al país asiático con motivo de una visita de Estado programada en su agenda. Para darles la bienvenida, la casa real japonesa celebró un banquete por todo lo alto, pero lo más sorprendente de todo es que a él asistió la princesa Masako, quien no tiene costumbre de asistir nunca a los actos públicos. Su presencia ha supuesto un pequeño paso para superar la depresión en la que lleva sumida desde hace once años.
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Vestida de naranja, el color de Holanda, la princesa Masako y el príncipe Naruhito dieron la bienvenida en los jardines del palacio imperial a Guillermo y Máxima, con quienes mantienen una buena amistad. Más tarde, se reunieron en un banquete presidido por los emperadores de Japón. En las fotos, se aprecia a una Masako sonriente, algo que no acostumbramos a ver normalmente ya que la última vez que asistió a un banquete de estas características fue en 2003, para dar la bienvenida al expresidente mexicano Vicente Fox.
La princesa, de 50 años, renunció a aparecer en actos públicos debido a la depresión que padece. La casa real japonesa reveló en 2004 que Masako sufría problemas emocionales debido al estrés, una situación que muchos achacan al rígido protocolo de la familia real y a la presión que ejercían sobre ella para tener un hijo varón.
El pasado año, Masako admitió que estaba notando una mejoría emocional: "He estado esforzándome por cumplir mis deberes, sean de trabajo o personales, en la medida de lo posible. Me gustaría continuar los esfuerzos para mi recuperación con la ayuda de la gente que me rodea”. Esperemos que este sea un paso positivo para que lo consiga.
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