Mariló Montero habla y sube el pan. La presentadora de televisión acudió este jueves a recoger el premio Pata Negra en Madrid, concedido por el tablao flamenco Corral de la Morería.
La presentadora se enfrentó de nuevo a los micrófonos después de que su hija haya decidido debutar en la pasarela como modelo de Cibeles.
¿Qué tienes de pata negra? Yo creo que el espíritu, el gusto por la cultura española, el gusto por las tradiciones, el arte, la música.
¿Bailas sevillanas? Me gusta bailar sevillanas. Alguna vez me ha comido el duende y he cometido la insensatez de arrancarme por bulerías. Pero no pienso presumir de eso.
¿Cómo llevas lo de sumar años? Pues como es inevitable, lo que hay que hacer es aceptarlos con muchísima posibilidad y alegría. Estar sana, buena alimentación, hacer ejercicio y no creerte que los años es un peso psicológico. Es una cifra. Es una forma de contar.
Los 50 son los nuevos 30… Afortunadamente porque ha avanzado mucho la cultura a la hora de cuidarse para mujeres y hombres. También hay muchos avances que ayudan a eso. Trabajamos y las mujeres estamos más despiertas. Antes las mamás tenían una fisionomía más oronda.
¿Te vigila mucho tu hija? Todos tenemos que decirnos con sinceridad los unos a los otros con sinceridad las cosas.
¿Os prestais la ropa?
Por desgracia, sí. No te he tenido hermanas y tengo una hija que me quita la ropa.
Pero eso es un piropo… Salvando las diferencias me quita mucha ropa.
Estarás muy orgullosa de haberla visto en Cibeles… Yo estoy orgullosa de mis hijos siempre.
¿Cómo llevas que utilice otro apellido? No es que se lo haya quitado. Es de ser sensatos y que no se vincule su trabajo a que su padre o su madre le ayuda. Como veis, ni su padre ni su padre tenemos mano en el mundo de la moda.
¿Estás contenta de que se dedique a eso? Es vocacional. Está estudiando y se está ganando la vida. Se gana su dinerito.
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