Lourdes Montes empieza a ser habitual amiga de las marcas. Acostumbrada ya a los medios, se muestra mucho más relajada y confiesa sentirse más cómoda. Alejada por completo de los juzgados, admite echar de menos su despacho pero no la abogacía.
Disfruta del momento actual y se centra en su proyecto como diseñadora. En sólo quince días se estrena su web, Analilen, donde venderá los trajes de novia-y sólo de novia- que ha diseñado junto a su hermana, Sibi Montes. Un proyecto que lleva seis años preparando y que sale gracias al apoyo y al empujón de su marido, Francisco Rivera, con el que admite que vive en el puro paraíso.
¿A qué huele Lourdes Montes?
Siempre suelo utilizar aromas dulces, frescos y poco sofisticados.
¿Y Francisco?
Huele muy bien, a limpio. Pero si te digo la verdad no sé qué perfume utiliza. No le regalo fragancias, se las compra él.
¿Crees estar en un paraíso?
Podría decirse que sí. Ahora estoy en un momento muy bonito, estoy muy feliz.
¿Cómo llevas el proyecto de diseñadora?
Ahora mismo estoy completamente volcada en él. Lo sacaremos en unos 10 o 15 días pero no va a haber presentación oficial. Todo será a través de la web.
¿Cómo se llamará la marca?
Analilen, significa suerte en élfico. Es un poco friki, ya lo sé.
A medida que se acerca la muestra de tus diseños, ¿cómo vives ese momento? ¿Con nervios?
Sí, bastante nerviosa. En estos casos siempre sabes que habrá cosas buenas y cosas malas, pero creo que hemos trabajado mucho.
¿En qué te has inspirado?
No tenemos una línea. No hay una inspiración concreta. Cada uno es distinto al otro, pero en todos hay una costura muy buena y grandes materiales.
¿Fran te ha apoyado en esto? ¿Te da consejos?
Sí, Fran lleva insistiendo en que empiece con este proyecto tres años. Él es mucho más lanzado que yo. Yo soy más reflexiva.
¿A quién te gustaría ver con un traje de novia de tu firma?
A mucha gente, pero sobre todo a mi hermana.
¿Crees que ser un personaje público te va a ayudar o más bien todo lo contrario?
Habrá cosas más fáciles, como la publicidad, y otras que serán más negativas, como las críticas. Sé que las segundas van a ser más duras.
¿Te preparas ya para ellas?
Por supuesto que sí. Es que eso sé que no lo voy a poder controlar.
Decías que Fran te ha animado mucho en esto. ¿Lo hubieras hecho sin ese empujón?
Yo creo que sí. Llevaba seis años con este proyecto, pero no me lanzaba porque tenía un trabajo estable que me daba mucha seguridad. Y yo soy mucho más reflexiva. Tengo que estar muy segura para dar el paso.
Decías que tú eres más reflexiva y Fran más impulsivo, algo que de vez en cuando vemos en las redes sociales. ¿Cómo vives tú el tema de la niña?
Es una situación que él está viviendo y con la que no está de acuerdo. Él lo expresa por ahí y es una forma como otra cualquiera.
¿En este tema le apoyas?
Le apoyo al 100%.
¿Está más tranquilo?
Tiene momentos, pero bueno.
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¿Tu relación con la pequeña Cayetana cómo es?
Muy buena. Somos amigas.
¿Qué tal está Cayetano?
¡Ay pobre! Qué mala pata. Él está bien, pero creo que se ha roto el hueso por tres partes distintas. Una pasada.
¿Anulará el viaje?
Qué va, todavía está en plazos. Además está muy contento. Tiene muchas ganas.
¿Con qué está Fran ahora?
Está con sus empresas. No ha parado ni un momento. Tiene muchos proyectos entre manos...
¿Tú le ayudas? Se dijo que le llevarías la parte legal...
¡Qué va! No le llevo nada.
¿Y echas de menos tu profesión?
Echo de menos mi despacho, a mis compañeros, pero la profesión en sí, no. El derecho es un poco aburrido.
Y cuando tengas el negocio centrado, ¿te centrarás en ser madre?
Sí, sí, cuando llegue, llegará, pero el niño ya está siendo buscando.
¿Qué te gustaría más: niña o niño?
Me daría igual. Como es el primero no me importa, pero Fran quiere un niño para llamarle Francisco. Lo tiene clarísimo.
¿Y si es niña?
Pues no lo sé, no lo hemos hablado.