José Fernando ingresaba anoche voluntariamente en el Instituto Hipócrates de Barcelona para tratar sus problemas de adicciones. A eso de las 22:30, el hijo de la fallecida Rocío Jurado y del extorero José Ortega Cano, entraba en el centro de desintoxicación donde han estado otros famosos como Pedro García Aguado (Hermano Mayor) o Belén Ordoñez, tras salir de la cárcel el pasado viernes 14 de marzo.
LETTER
Sin embargo, y a diferencia de otros importantes momentos, José Fernando no ha estado solo. El diestro quiso acompañarle y, lejos de evitar a la multitud de periodistas que allí se encontraban, habló por primera vez de su hijo, del tratamiento y también de su inminente entrada en la cárcel.
“La intención de mi hijo es buena, quiere recuperarse y llevar una vida ordenada. “¿A quién no le importa lo que le va a pasar de aquí en adelante. Estoy preparado para ir a la cárcel”, afirmó apesadumbrado y amparándose en su fe mientras miraba hacia el cielo Nos ha costado un poco convencerle para que ingresara, lo hablamos con él y aceptó. Aún estamos a tiempo”, confesaba a su salida del centro. Un día del padre muy duro para José Ortega Cano que sólo estuvo aliviado por las palabras de despedida de su hijo: “Papá, no te preocupes por mí que voy a poner de mi parte”.
Y aunque parezca que la vida de la familia Ortega se encarrila, lo cierto es que el extorero espera la respuesta de su indulto para ingresar- o no- en la cárcel por el accidente que cobró la vida de Carlos Parra. “¿A quién no le preocupa lo que pueda pasar de aquí en adelante? Estoy preparándome para lo que sea (mira al cielo), pero soy un hombre de fe”, afirmaba.
Algo que podría ocurrir antes de poder ver por primera vez a su hijo en la clínica, en la que podría estar ingresado varios meses.
Gtres/Enfemenino