Si Ylenia puede triunfar en el mundo de la música con una canción llamada Pégate, todo el mundo puede. Los famosos a veces se cansan de ser actores, deportistas, modelos, presentadores o toreros y a veces les pica el gusanillo de convertirse en cantantes. Es el antojo que muchos se pueden permitir por el simple hecho de ser famosos.
Muchos lo hacen como una forma de matar el tiempo y otros son unos auténticos comprometidos con el mundo de la música, tocando en pequeñas salas ante un público minoritario que les hace matar sus ansias. Es el caso de nombres como El Gran Wyoming, que todavía sigue dando conciertos, o de Manel Fuentes, que tiene su banda ‘Spring’s Team’.
La presentadora Carolina Cerezuela sorprendió hace unos meses cuando anunció que estaba grabando su primer disco de estudio y que se lo estaba tomando muy en serio. Apoyada siempre por su familia y su marido, defiende que ya es el turno de ella de centrarse en su carrera.
Antes, lo intentaron muchos otros. Algunos con más suerte que otros. Algunos se lo tomaron de una forma mucho más profesional que otros. Por el camino nos hemos tenido que tragar discos de Naomi Campbell, Estefanía de Mónaco o Antonia Dell' Atte. Por no hablar de la generación Hotel Glam en la que Dinio García, Yola Berrocal o Malena Gracia se lanzaron (con éxito) al mundo de la música.
Los artistas internacionales han coqueteado con este mundo a pesar de no dedicarse al 100% a ello. Penélope Cruz se ha puesto detrás de los micrófonos aunque cuando cantó en la gran pantalla tuvo que ser doblada. Nicole Kidman también ha dado el cante en alguna ocasión de la mano de Robie Williams.
Y como el dinero permite hacer todo lo que te propongas en esta vida, Cristiano Ronaldo se metió en un estudio de grabación para ponerle voz a alguna que otra canción. Aquí triunfó más su hermana, de la que se llegó a hablar incluso para ir a Eurovisión representando a Portugal.
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