¿Recuerdas cuando tu madre le saca ese álbum de fotos de tu adolescencia a tu novio para enseñarle cómo eras con aparato y flequillo? Pues las famosas también tienen sus propias fotos de la vergüenza.
Nosotros las conocemos con mucho maquillaje en la cara y cuando las discográficas o las cadenas de televisión ya han hecho el trabajo duro para convertirlas en auténticos objetos de deseo. Sin embargo, las divas de la música también se han tenido que mirar al espejo más de una vez para gritar cuando les ha salido un grano el día menos oportuno.
La fama pone guapa, eso seguro. Más que nada porque si jóvenes como Jennifer Lopez, Rihanna o Lady Gaga no se hubiesen convertido en los nombres que son hoy sobre los escenarios, tal vez nadie se fijaría en ellas cuando se las encontrasen comprando pan en la pastelería.
La música ha sacado a muchos nombres del anonimato. Otras, sin embargo, empezaron desde bien pequeñas en el mundo del espectáculo y se han ido acostumbrando a que las reconozcan por la calle. Britney Spears, Cristina Aguilera o Miley Cyrus han sido estrellas de la pequeña pantalla desde muy jóvenes, por eso no hemos visto un cambio tan drástico en su imagen.
Las jóvenes promesas fueron más precoces en eso de cambiar. Y es que si estas chicas no sufrieron la edad del pavo gracias a la luz de los focos y al maquillaje, han vivido su peor etapa cuando se acercaban a los 30. Britney Spears dejó de ser un referente musical cuando le salpicaron tantos escándalos a la cara. A la figura de Christina Aguilera no le sentó muy bien eso de tener hijos. Miley, de hecho, todavía no ha superado este trance y sigue haciendo de las suyas con (muy) poca ropa.
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