El pasado lunes la periodista Sara Carbonero se embarcaba en un proyecto solidario de la mano de UNICEF y viajaba a Dakar para vivir en primera persona la situación de la infancia y la maternidad en Senegal. Desde que llegase al país africano, la mujer de Iker Casillas está narrando las historias y experiencias que se está encontrando en lo que ella ha denominado "el viaje", pues parece que marcará un antes y un después en su vida.
A lo largo de los varios días que ha permanecido en el país africano, Sara Carbonero ha visitado la sede central de Unicef en Dakar y desde allí le han conducido a los diferentes centros en los que ayudan especialmente a los niños más desprotegidos. Asimismo también ha podido conocer a un grupo de mujeres senegaleses que hacen verdaderos malabares pero llegar a lo máximo posible a pesar de los escasos recursos con los que cuentan.
"Es alucinante que algo tan pequeño como lo que tengo en mi mano posea la capacidad de salvar una vida. Se trata de un alimento terapéutico listo para usar para niños con desnutrición aguda grave. Compuesto principalmente por cacahuete y enriquecido con vitaminas. Es solo uno de los productos que hemos encontrado hoy en el almacén de suministros de Unicef en Dakar. También pastillas potabilizadoras, jabón, kits de higiene, kits de desarrollo infantil temprano para casos de emergencia y un montón de cosas más. Cosas sencillas que salvan vidas", publicaba la periodista en su cuenta de Instagram en referencia a su viaje solidario a Senegal.
En su red, se pueden ver fotografías de diferentes personas acompañadas de una leyenda donde narra su historia. Así, se puede ver -por ejemplo- una fotografía de una mujer llamada Amanatou acompañada de la siguiente descripción: «Aquí estoy con Amanatou y su hijo Detier que nació prematuro y está siguiendo el método canguro. Ahora tiene un mes de vida. Gracias al contacto piel con piel durante 24 horas al día sobre el pecho de su madre -funciona como una incubadora natural- el niño recibe la seguridad, el calor y las mejores condiciones para salir adelante».
Antes de despedirse, Sara Carbonero también ha tenido tiempo de agradecer su trabajo a todas las mujeres que trabajan con y para Unicef, a las que ha podido conocer personalmente.
"Este viaje no solo me ha servido para conocer de primera mano la realidad de Senegal sino también para descubrirlas a ellas. Aunque algunas ya nos conocíamos y seguíamos de manera virtual nunca habíamos coincidido y ni en mis mejores sueños me habría imaginado un escenario así para nuestro primer encuentro", ha dicho para despedirse.
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