Hoy los expertos de Argyor nos resuelven las dudas sobre cómo cuidar nuestros anillos de boda. La clave es adoptar estas tres sencillas costumbres:
1. Si la alianza es de oro, limpiarla con esta sencilla rutina:
- Mezcla unas gotas de detergente suave o jabón de Marsella en un cuenco con agua.
- Deja la alianza sumergida durante 15 minutos.
- Utiliza un cepillo suave de dientes para quitar las impurezas.
- Enjuaga con agua tibia.
- Seca el anillo con un paño o tela suave.
2. ¡Quítatela!
Sí, quizás te suena rara la recomendación, pero a veces lo mejor para mantener a salvo tu anillo de boda es quitarlo en las situaciones en las que más sufre.
Éstas son:
- Cuando practiques deporte o en la piscina y el gym, para evitar perderlo y dañar las piedras con un golpe o la acción del cloro.
- Cuando realizas tareas de limpieza y jardinería, para evitar la corrosión y pérdida de brillo por los productos químicos.
Lo mejor es guardarla en una bolsita o saco hasta que vayamos a ponérnosla de nuevo.
3. Llevar la alianza a una joyería para un repaso periódico.
El oro es un material que no se rompe pero es muy maleable, y por tanto, es fácil que se ralle o que se desgasten los acabados con el paso del tiempo. Nuestra recomendación es dedicarle un poco de atención cada uno o dos años. Por muy poco dinero volverán a pulir tu anillo o repasar las texturas y se quedará como nuevo.
Texto: Marta Gómez Izquierdo
LETTER
Y además:
Alianzas de boda: manual para despistados
4 ideas para que tu alianza cuente tu historia