Además de cambiar de aspecto y dejar de ser efectivo, si un maquillaje ha pasado su periodo de caducidad, se corre el riesgo de que algunas de las moléculas de su formulación se rompan y se transformen en otra sustancia perjudicial para la piel. Alergias, inflamaciones cutáneas o eccemas son solo algunas de las consecuencias de utilizar un cosmético en mal estado. No dudes en desprenderte de tus productos de maquillaje caducados, ¡tu piel te lo agradecerá!
La fecha de caducidad de un cosmético solo aparecerá en los envases si es menor de 30 meses, pero otra cosa muy diferente es el plazo de utilización del cosmético una vez que se ha abierto. ¿Ya no tienes la caja para saber cuándo caducan tus cosméticos o se ha borrado del envase? Te damos el tiempo de vida útil de tu maquillaje para que sepas cuándo debes cambiarlo por uno nuevo.
Base de maquillaje: de 6 a 12 meses (líquida) y 24 meses (en polvo)
Cuando una base de maquillaje líquida comienza a oscurecerse debido a la degradación de los ingredientes grasos que hay en su formulación ha llegado el momento de tirarla. Otros síntomas de que ya no debes seguir usándola en tu piel son la separación de los componentes (agua y aceite), y un cambio en el olor del producto. En cuanto a las versiones en polvo, en el momento en el que empiezan a resecarse, y la brocha ya no se impregna de producto, debes tirarlo y comprar uno nuevo.
Máscara de pestañas: de 3 a 6 meses
Al tratarse de un producto con una importante cantidad de agua en su formulación, existe un alto riesgo de contaminación por bacterias que se propagan con facilidad dentro del tubo. Además, al meter y sacar el aplicador entra una gran cantidad de aire en el envase, lo que hace que se seque más rápidamente que otros productos de maquillaje y su duración sea menor. ¿Cómo saber si debes deshacerte de ella ya? Si está más seca que al principio, crea grumos y el producto se ha endurecido tírala y abre una nueva, tus pestañas te lo agradecerán.
Labiales: 12 meses (líquido) y 36 meses (sólido)
En los labiales líquidos, como los que están en formato gloss o lip lacquer, es bastante sencillo saber cuándo ha dejado de estar en buen estado, ya que suelen comenzar a oler de una manera muy rara y se vuelven bastante más pegajosos. En los sólidos, sin embargo, es algo más difícil, ya que al estar formulados con cerca de un 90% de ceras y aceites, tienen buena resistencia al paso del tiempo y estabilidad en la fórmula. Suelen mantenerse en perfectas condiciones unos 3 años, algo más si se han mantenido en un lugar alejado de fuentes de calor y en el que no les dé la luz de manera directa, pero si notas que la textura o el color han cambiado, o aparece una película oleosa encima de la barra, debes dejar de utilizarlos inmediatamente.
Sombras de ojos y coloretes: 12 meses (en crema)
Mientras que los coloretes y las sombras en polvo pueden mantenerse en perfecto estado durante años y años (mientras que no se sequen y dejen de pigmentar puedes utilizarlas sin problema), las versiones en crema presentan más complicaciones, y en el momento que aparece una capa grasienta sobre el producto ha llegado la hora de dejar de utilizarlos.
Corrector: de 6 a 12 meses
Igual que ocurre con las bases de maquillaje, cuando en los correctores líquidos los componentes comienzan a separarse y a oler de manera diferente, debemos tirarlos y dejar de utilizarlos. Los correctores en crema, por su parte, suelen soltar los aceites y crear una capa grasa sobre el producto cuando caducan, lo que nos indicará que el producto ya no se encuentra en buen estado y tendremos que reemplazarlo.
Lápiz de ojos: 12 meses
¿Alguna vez has notado que un lápiz de ojos ha dejado de pigmentar, se ha endurecido e incluso cuesta aplicarlo porque ya no se desliza igual sobre la piel? Si la respuesta es sí te encuentras ante un lápiz de ojos que ha caducado. ¡Cámbialo por uno nuevo y vuelve a darle a tu mirada la intensidad de color que se merece!
¿Cómo conservar correctamente el maquillaje?
Guarda todos los productos en una caja o un mueble en un lugar seco, bien ventilado y oscuro, como tu habitación, por ejemplo. Nunca tengas tu maquillaje en el baño, ya que es un lugar muy húmedo debido al vapor de agua de la ducha y tus productos se estropearán mucho más rápidamente. Procura también mantener tus pinceles y brochas siempre limpios para evitar posibles infecciones en la piel y recuerda que no debes compartir tus brochas ni productos de maquillaje con nadie si no quieres arrepentirte después.
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