El profesor es encargado de la asignatura de Dermatología en una academia que prepara a los alumnos de Medicina para presentarse al examen de MIR. Para explicar a los jóvenes la función que realizan determinadas glándulas del cuerpo, decidió compararlo con las chicas que van a la discoteca: "las que van a ligar son unas guarras y las que van a bailar son unas rancias". Un comentario, sin duda desafortunado, que impulsó a los alumnos de la clase a denunciar públicamente las palabras de este profesor en un comunicado. Los jóvenes coinciden en que unas declaraciones así son totalmente intolerables.
© Twitter vía @Niura123
Los alumnos mandaron su comunicado a Vilaweb, un medio catalán que se ha encargado de hacer pública la noticia. Según el profesor, "la rancia de discoteca", término que usó para referirse a la glándula sudorípara Ecrina, "es aquella que baila sola porque solamente ha venido a bailar. Pero es imposible que solo vayas a bailar", continuó, según el comunicado, haciendo referencia a la vestimenta de las mujeres: "Si solo quieres bailar te quedas en casa y bailas en pijama, no te pones guapa, ni te maquillas, ni te pones tacones".
Para explicar el otro tipo de glándulas, las apocrinas, el profesor decidió compararlas con el otro tipo de mujer que existe, según él, "La guarra de discoteca, a la que tienes que dar un poco de tiempo para salir con ella de la mano". Pero la cosa no quedó ahí, pues este profesor, a pesar de las quejas de sus alumnos, tuvo tiempo para poner otros ejemplos igual de misóginos, esta vez centrados en personajes famosos. Para comparar el liquen y la psoriásis, mostró una foto de un hombre y otra de Miley Cyrus, poniendo al primero como un ejemplo ordenado y correcto, y a la segunda, como ejemplo de mujer alocada y descontrolada.
A nivel nacional tampoco se quedó corto y continuó soltando barbaridades: con una fotografía de Sara Carbonero en sus diapositivas, y buscando el apoyo del sector masculino de la clase, afirmó que la presentadora es un ejemplo de mujer guapa, pero que, haciendo alusión de nuevo a conceptos dermatológicos, "tiene cara de rancia y antipática porque es rica en sífilis".
Ante esta falta de respeto, la mayor parte de las alumnas decidieron abandonar la clase, pues a pesar de haber mostrado su disconformidad, el profesor no hizo amago de cambiar su método de enseñanza: "Abandonamos el aula a raíz de las vejaciones y la impotencia que sentíamos. A pesar de haber expresado nuestra disconformidad y oposición, se nos acusó de 'sensiblonas' y exageradas", explican.
Aunque más tarde pidió disculpas, las alumnas del centro coinciden en que no es suficiente: "Entendemos que la agresión no fue hacia una alumna, sino hacia la mitad de la población, las mujeres", explican.
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