De estos 1.778 niños, un 28,7% fue tratado por maltrato físico en el ámbito doméstico, un 15,5% por violencia escolar, un 14,7% por maltrato psicológico, un 12,4% por abandono, un 11,5% por abuso sexual y, el 7%, por violencia de género. Leticia Mata, responsable del departamento jurídico, quiso hacer especial hincapié en este último dato: "Hemos detectado casos en niñas de 12 y 13 años que no saben siquiera que están siendo víctimas. Nos llaman para contarnos una pelea con su novio y descubrimos que están sufriendo violencia de género".
En lo que respecta a los casos de violencia escolar, Benjamín Ballesteros, director de programas de ANAR, cuenta que ésta es la segunda razón de llamada por violencia en menores. En cuanto a las nuevas tecnologías, Ballesteros ha asegurado que "se están convirtiendo en un aliado de la violencia, que trae nuevas formas de agredir muy graves de ciberacoso y abuso sexual en la red".
Si hablamos del perfil del agresor, esta deshonrosa lista está encabezada por el padre (22,5%), seguido por los compañeros de colegio (18,4%), la madre (15,5%) y las parejas o ex parejas de la víctima (8,2%).
Aunque parezca imposible que estas cifras sean más altas, la realidad es que la mayoría de los niños mantiene en silencio su situación, por miedo a que nadie les crea. Esta situación hace que los pequeños “aprendan a justificar esa violencia y tolerarla para el día de mañana reproducirla".
Desde ANAR, han realizado una campaña publicitaria con ayuda de un sistema llamado MUPI, que hace posible trasmitir dos mensajes a través de un mismo medio para que el adulto y el niño reciban mensajes diferentes.
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