Siempre hemos pensado que los dolores que padecemos las mujeres a lo largo de nuestra vida por cuestiones meramente biológicas, como son la menstruación o el parto, nos hacían sobrellevar mejor el dolor físico. También hemos escuchado en innumerables ocasiones como nuestra madre llamaba "quejica" a nuestro padre cada vez que la gripe hacía acto de presencia en casa... Pues bien, ahora un estudio de la Universidad de Málaga tira por tierra todas nuestras creencias populares y señala que mujeres y hombres sentimos de igual forma el dolor físico.
Las conclusiones a las que ha llegado este análisis, señalan que es la resiliencia, la capacidad para sobreponerse a situaciones adversas, la que determina la alta o baja aceptación del dolor, independientemente de cual sea nuestro sexo. Esto se debe a que la resilencia se relaciona con el conjunto de características que dotan al individuo de recursos para afrontar el sufrimiento crónico. "Lo que no te mata, te hace más fuerte", decían nuestras abuelas y, efectivamente, ahí está la clave de todo.
La muestra recogida para elaborar este estudio incluía a 400 personas que padecen dolor espinal crónico, entre ellos 190 hombres y 210 mujeres. La autora principal de este análisis, Carmen Ramírez- Maestre señalaba al medio científico Sinc que las personas más resilientes son capaces de aceptar su dolor y se centran en tener una buena calidad de vida, a pesar de sus molestias físicas. El estudio, que ha sido recogido por The Journal of Pain, muestra, además, que los pacientes con mayor miedo a experimentar dolor son quienes sufren mayores niveles de ansiedad y depresión, algo que coincide también con el aumento del dolor físico solo en el caso de los hombres.
Sin embargo, otros estudios científicos han ahondado en este tema sacando a la luz todo tipo de conclusiones. Por ejemplo, un equipo de investigación de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, aseguraba que las mujeres perciben un dolor más intenso que los hombres en prácticamente todas las enfermedades. Como ves, resultados para todos los gustos y conclusiones algo contradictorias. Lo que está claro es que las creencias que situaban a mujeres y hombres en polos opuestos están sufriendo una tendencia a la baja y, en el fondo, somos más parecidos de lo que creemos... ¿Con qué teoría te quedas tú?
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