Estamos viviendo un momento de cambio en lo que se refiere a los juguetes con los que nuestros hijos se divierten y aprenden. Hemos pasado de las medidas imposibles de las Barbies a una muñeca con proporciones reales, diferentes tonalidades de piel y estilos variados. Muchos padres también han dejado de encasillar a los niños en los coches y a las niñas en los juegos de mamás y papás. Y todo eso ya suenan a historias de otros tiempos...
De hecho, creemos que la lucha contra el sexismo en los juguetes es básica para conseguir educar en igualdad y conseguir una sociedad más justa el día de mañana. A pesar de este pensamiento y de los esfuerzos hechos por algunas marcas de juguetes para desdibujar esa (hasta ahora) gruesa línea que separaba los juguetes de niñas de los de niños, ayer nos encontramos con esto en Twitter:
Sí, alguien ha decidido que era buena idea crear una bola del mundo estándar y otra algo menos convencional y bastante más sexista. La primera de ellas es sencillamente lógica: con sus zonas continentales en color terroso y sus mares y océanos en tonos azules. La otra simplemente es rosa. Mares rosas, países rosas, islas rosas, glaciares rosas...
¿Por qué? Es lo único que podemos preguntarnos. ¿Qué necesidad tenemos de teñir el mundo de cándido color rosa para que nuestras niñas sigan en esa burbuja de fantasía edulcorada que las separa de los niños? ¿De verdad alguien considera de utilidad cambiar el color de la realidad para adaptarlo al género femenino?
También en relación con la educación de los pequeños de la casa, queremos que veas este vídeo en el que la cantante Pink da una lección a su hija y, de paso, la da también al mundo:
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Y además:
¿Por qué es importante el juego en los niños?
La muñeca que eligió conducir, el anuncio que rompe con los roles de género en los juguetes