Aunque no lo creas, la infidelidad no es un comportamiento aprendido, sino que tiene su origen en la biología. Y es que tanto mujeres como hombres hemos sido programados para disfrutar de las relaciones sexuales, dentro de las que entran las relaciones extraconyugales. Sin embargo, este es uno más de los aspectos donde se hacen patentes las desigualdades de género: la infidelidad femenina está peor considerada que la infidelidad masculina.
A pesar de que la lucha por los derechos y libertades femeninos está alcanzando grandes conquistas, todavía existen reductos en los que las mujeres tienen que enfrentarse a estigmas y tabús, y uno de ellos es el de las relaciones extraconyugales. Según un estudio elaborado en España, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia por el Observatorio Europeo de la Infidelidad (Ifop) para Gleeden, el 77% de las mujeres encuestadas en España consideran que, socialmente, la infidelidad femenina está peor considerada que la masculina. Sin embargo, los datos revelan que es solo el 30% de ellas las que comparten esta opinión en comparación con las mujeres del resto de países europeos en los que se ha realizado la investigación, que alcanzan el 40%. ¿Es una cuestión de sororidad?
La infidelidad femenina sigue siendo un tema que se evita tratar y, por ello, es fundamental evidenciar y señalar las desigualdades a las que las mujeres se enfrentan en este aspecto con el objetivo de desestigmatizarla. Por eso, con motivo del Día internacional de la Mujer, que se celebró el pasado 8 de marzo, Gleeden ha elaborado un manifiesto con el que quiere impulsar un cambio en la percepción que se tiene de la infidelidad femenina y convertirlo en un espacio en el que las mujeres tienen derecho a tomar las riendas y sentirse empoderadas. Además, representantes de la plataforma, que se ha convertido en la web líder a escala mundial de encuentros extraconyugales pensada por y para mujeres, participaron en las movilizaciones y repartieron octavillas y pancartas reivindicativas para conseguir equiparar por fin la infidelidad femenina a su equivalente, la masculina.
"A través de esta iniciativa, Gleeden contribuye a romper una lanza más para equiparar la igualdad moral femenina a la masculina. No puede ser que en pleno siglo XXI, un hombre infiel sea considerado un tipo envidiado mientras que una mujer infiel siga siendo poco menos que una cualquiera", lamenta Silvia Rúbies, portavoz de Gleeden en España.
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