Hace casi dos años que las Barbies comenzaron a adoptar tonos de piel, formas de cabello y curvas en su silueta que nadie hubiese imaginado cuando a mediados de los años 60 aquella "perfecta" mujer rubia salió al mercado. Una mujer de plástico que, si hubiese mantenido sus proporciones siendo de carne y hueso, se hubiese partido por la cintura. Literalmente.
Gracias a la evolución natural de la sociedad, hoy las niñas pueden encontrar Barbies muy altas, más bajas, negras, orientales, con curvas, muy delgadas... Y así sí, descubrir en estas muñecas un modelo de mujer saludable en el que puedan verse reflejadas. Además de esa identificación física, unas amigas estadounidenses han intentado ir más allá. Para ello, han creado un accesorio para la Barbie que, según ellas, potencia la tolerancia religiosa entre los niños: el hijab. La empresa se llama Hello Hijab y parece haber tenido una gran acogida en algunos sectores de la población. Como imaginarás, el debate está servido...
Por una parte, esta iniciativa se puede entender como una forma de que las niñas conozcan este tipo de prendas y no se sorprendan si comparten pupitre con una niña que lleve algún tipo de hijab o velo. O, por supuesto, puede ser también una forma de que las niñas que llevan su cabello cubierto por cuestiones culturales o religiosas, encuentren una Barbie como ellas.
in embargo, desde otra perspectiva, ¿hasta qué punto mostrar a las niñas que taparse el cabello y parte de la cara no es normalizar una situación de sumisión respecto al hombre? ¿Qué valores estamos fomentando si hacemos que las niñas jueguen con muñecas que no deciden libremente sobre su indumentaria y se ven constreñidas?
¿Qué opinas tú? ¿Se trata de un impulso para la tolerancia religiosa o, por el contrario, es una forma de extender ideas retrógradas y machistas entre las menores?
LETTER
Y además:
Barbie muestra su cara más reivindicativa en Instagram
Este estremecedor poema de una joven india te dejará sin palabras