El sábado pasado, la diseñadora catalana Rosa Clará se acercaba cogida al brazo de su hijo Dani Clará hasta el altar para contraer matrimonio con el empresario Josep Artigas. Un enlace oficiado por el alcalde de Barcelona, Xavier Trías, que tuvo como telón de fondo el Saló de Cent del Ayuntamiento.
Como no podía ser de otra forma, la novia lució un diseño propio muy clásico con manga larga. Inspirado en los años 30 y confeccionado en crepe de seda natural en color gris perla y abotonado en la espalda, el maravilloso vestido finalizaba con un precioso bordado en pedrería.
A sus 50 años, y tras meditar y madurar la decisión, la diseñadora ha querido casarse junto a un amor adolescente. Se conocieron siendo jóvenes, pero lo suyo no cuajó. Cada uno optó por hacer su vida por separado y, años después, se reencontraron en un aeropuerto y allí volvió a surgir el amor. Sin embargo, a veces el destino tiene estas cosas.
En la ceremonia, a la que asistieron más de 200 invitados, una soprano, acompañada de un cuarteto de cuerda, entonaba “My way” y “Paraules d´amor” a la entrada de los novios. Tras ser declarados marido y mujer, “La vida es bella” se convirtió en la banda sonora.
Tras el precioso enlace, los novios y sus invitados se trasladaron hasta el hotel Florida de Barcelona, donde degustaron un banquete elaborado por el chef Nandu Jubany que contaba con bullabesa y carne a la parrilla. El pastel nupcial corrió a cargo de la familia Freixa, sin embargo, no fue un pastel sin más, sino que sobre él giró un gran espectáculo que sorprendió a novios e invitados.
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