Queda menos de un mes para que se cumplan dos años de la muerte de Amy Winehouse. La gran diva del soul, entró a formar parte del “Club de los 27” (artistas relevantes que murieron a esa edad y entre los que se encuentra Janis Joplin o Kurt Cobain), tras ingerir una dosis letal de alcohol y medicamentos. Esa es la autopsia oficial. Sin embargo, los que la conocieron de cerca saben que sus problemas iban más allá del alcohol y las drogas y, aunque no niegan lo evidente, tienen otro punto de vista sobre la muerte de la cantante.
Alex, hermano de Amy, ha querido confesar al diario británico The Observer que: "Hacía años que Amy estaba sumida en un grave problema de bulimia, y los trastornos alimenticios habían provocado un grave deterioro en su físico. Esto no es nada nuevo, ya que solo había que ver lo delgado de su cuerpo para darse cuenta de que mi hermana estaba muy enferma. Creo que hubiera muerto igualmente aunque esa noche no se hubiera propasado con el alcohol, ya que fue la combinación de todos esos elementos lo que provocó que Amy acabara con su vida antes de lo normal. Yo estoy seguro de que la bulimia fue la principal razón de su muerte: es horrible decir esto, pero las debilidades físicas de mi hermana se fueron intensificando con el tiempo debido a sus carencias alimenticias".
Un problema que inició en plena adolescencia junto a sus amigas, "Todas sus amigas tenían por costumbre darse un buen banquete y, posteriormente, irse juntas al baño para vomitar todo lo que habían ingerido. Con el tiempo, todas ellas superaron las adversidades y fueron capaces de seguir adelante con sus vidas, pero no Amy. Fueron pasando los años, y su bulimia se unió a otros muchos problemas que fueron mermando su estado de salud, sin que ella tratara de pedir ayuda a su familia y sin siquiera reconocer ante sus seres queridos que tenía un problema. La vida interior de mi hermana era la de una persona muy atribulada: vivía una pesadilla constante que nunca quiso compartir con nadie".
Sin embargo, Amy no es la única que sufrió esta dura enfermedad. Algunos de los rostros más conocidos del panorama nacional e internacional han confesado haber sufrido trastornos alimenticios en algún momento de su vida. Nieves Álvarez, una de las modelos más reputadas de nuestro país, escribió un libro donde confesaba cómo se recuperó de sus trastornos alimenticios y cuándo empezaron.
Actrices como Christina Ricci, Nicole Richie, Portia de Rossi, Mary Kate Olsen o Lindsay Lohan han hablado de la dura presión que la sociedad y los medios tienen con ellas y de lo difícil que es mantener una talla que no corresponde con la suya.
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