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50 famosos que están locamente enamorados de sus perros
¿Qué pensarías si te dijera que el salón de la casa de Orlando Bloom está protegido por el esqueleto de su perro fallecido? Puede que lo primero que se te venga a la cabeza sea: ''a esta tía se le ha ido la pinza''. Pues no amiguis, aunque pueda parecer increíble, es tan real como la vida misma y es que antes de adoptar junto a Katy Perry a Nugget, su adorable Cavapoochon, el protagonista de Piratas del Caribe adoptó a un cruce de labrador en Marruecos, mientras rodaba una de sus películas y le llamó Sidi.
Sidi se convirtió en el mejor amigo de Orlando pero, debido a numerosos problemas de salud, Sidi falleció dejando un enorme vacío en el corazón del intérprete. Para superarlo, ordenó colocar su esqueleto a modo de exposición en el salón de su ''humilde'' casita: "Era un gran acompañante y me puse muy triste cuando murió. Hice que montaran su esqueleto para que pudiera estar siempre conmigo, Sé que puede sonar un poco raro para algunas personas, pero está hecho con mucho cariño y así puedo desearle las buenas noches".
Puede que esta sea la historia más rocambolesca en cuánto a celebrities y mascotas se refiere, pero lo cierto es que muchos famosos están verdaderamente enamorados de sus perros, tanto que son capaces de llevarles a eventos y actos oficiales, comprarles las ropas más caras, llenarles la casa de juguetes exclusivos y hasta fabricar casoplones más grandes que tu piso y el de tu vecina juntos, simplemente para que se sientan ''más cómodos''. Vamos, no me digáis que no recordáis la mansión para chihuahuas que tiene Paris Hilton en su casa de Bel Air, por no hablar que la socialité llegó a gastarse más de 8.000$ en su último amigo canino, un chihuahua miniatura llamado Diamond Baby.
Desde luego, si no vemos con buenos ojos que las personas puedan llegar a gastarse semejante pastizal en la adquisición de un perro cuando, en las protectoras y refugios hay cada vez más animales necesitados, lo que sí nos encanta es la estrecha relación y el vínculo tan potente que se forma entre nuestras celebrities favoritas y sus adoradas mascotas. ¿Quién sino Dora iba a apoyar tanto a Liam Hemsworth tras su divorcio con Miley Cyrus? ¿Cómo iba a entrenar Amanda Seyfried tan feliz sin la fiel compañía de su pastor australiano Finn? ¿Quién si no Matilda se iba a convertir en la más mejor amiga de Leo, el hijo de Chiara Ferragni y Fedez?
Desde amistades inolvidables como la del príncipe George con Lupo, el cocker de la familia, hasta las despedidas más trágicas, como la que les tocó vivir a Sophie Turner y Joe Jonas cuando, este verano, su perro Waldo, un pomsky al que adoraban, murió a causa de un atropello. Fue tan grande el dolor de la pareja que, para superarlo tuvieron que asistir a terapia y, para tenerle siempre presente en la memoria, poco después de su fallecimiento, el matrimonio se hizo un tatuaje con la cara del pequeño Waldo.
Sidi se convirtió en el mejor amigo de Orlando pero, debido a numerosos problemas de salud, Sidi falleció dejando un enorme vacío en el corazón del intérprete. Para superarlo, ordenó colocar su esqueleto a modo de exposición en el salón de su ''humilde'' casita: "Era un gran acompañante y me puse muy triste cuando murió. Hice que montaran su esqueleto para que pudiera estar siempre conmigo, Sé que puede sonar un poco raro para algunas personas, pero está hecho con mucho cariño y así puedo desearle las buenas noches".
Puede que esta sea la historia más rocambolesca en cuánto a celebrities y mascotas se refiere, pero lo cierto es que muchos famosos están verdaderamente enamorados de sus perros, tanto que son capaces de llevarles a eventos y actos oficiales, comprarles las ropas más caras, llenarles la casa de juguetes exclusivos y hasta fabricar casoplones más grandes que tu piso y el de tu vecina juntos, simplemente para que se sientan ''más cómodos''. Vamos, no me digáis que no recordáis la mansión para chihuahuas que tiene Paris Hilton en su casa de Bel Air, por no hablar que la socialité llegó a gastarse más de 8.000$ en su último amigo canino, un chihuahua miniatura llamado Diamond Baby.
Desde luego, si no vemos con buenos ojos que las personas puedan llegar a gastarse semejante pastizal en la adquisición de un perro cuando, en las protectoras y refugios hay cada vez más animales necesitados, lo que sí nos encanta es la estrecha relación y el vínculo tan potente que se forma entre nuestras celebrities favoritas y sus adoradas mascotas. ¿Quién sino Dora iba a apoyar tanto a Liam Hemsworth tras su divorcio con Miley Cyrus? ¿Cómo iba a entrenar Amanda Seyfried tan feliz sin la fiel compañía de su pastor australiano Finn? ¿Quién si no Matilda se iba a convertir en la más mejor amiga de Leo, el hijo de Chiara Ferragni y Fedez?
Desde amistades inolvidables como la del príncipe George con Lupo, el cocker de la familia, hasta las despedidas más trágicas, como la que les tocó vivir a Sophie Turner y Joe Jonas cuando, este verano, su perro Waldo, un pomsky al que adoraban, murió a causa de un atropello. Fue tan grande el dolor de la pareja que, para superarlo tuvieron que asistir a terapia y, para tenerle siempre presente en la memoria, poco después de su fallecimiento, el matrimonio se hizo un tatuaje con la cara del pequeño Waldo.
Las historias más conmovedoras, bonitas e intensas entre un famoso y su perro, ¡en la siguiente galería!
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